Algo apresurada entro a la clase de estadística, cosa que no entiendo el por que tengo que estudiarla en mi carrera. Por suerte la clase esta completamente vacía, por lo que me siento en uno de los últimos asientos del aula.
Poco a poco van entrando los estudiantes. Unos se quedan mirándome, otros simplemente deciden ignorarme y otro hablar de mi. Ignoro a todos y cada uno de ellos poniéndome los auriculares y abriendo mi libreta para dibujar algo.
Siento como sacuden mi hombro suavemente, levanto mi rostro y me encuentro con el de Matías que me observa con aspecto enfadado.
-¿Qué quieres? - espeto para que me deje tranquila.
-Ese es mi sitio niña – me señala y me río.
Miro por todo el asiento, mientras que el me mira perplejo. Lo miro fijamente y empiezo a reír de nuevo y el frunce el ceño.
-No veo tu nombre puesto en la silla por ningún lado – digo descaradamente sonriendo de lado y el se tensa.
Me agarra fuertemente de la mano y me hace levantarme a la fuerza. Doy un pequeño grito de dolor ya que si que me estaba haciendo daño con su agarre y el sonríe.
-Cuando te diga que te levantes lo haces y ya – dice sentándose en el asiento. Me suelto de su agarre y le doy con todas mis fuerzas en la cara con mi mano. Todos los de la clase se giran y se sorprende por lo que había hecho. Matías se levanta y se soba la cara mientras me mira con odio.
-Te has equivocado de chica, chaval. Yo no soy ninguna de las tías que babean por ti y te obedecen en lo que digas y no pienso hacerlo, ni serlo, que te quede claro.- Recojo mis cosas y salgo como alma que lleva el diablo del aula.
Siento pasos acercarse a mi y todo el pasillo para con lo que esta a punto de pasar. Matías es quien venia en mi búsqueda, logra alcanzarme y me empuja contra la pared.
-¿Por que eres así? - siento su respiración acelerada cerca de la mía. Pero de repente dejo de hacerlo y veo como Matías se aleja bruscamente de mi y cae al suelo.
-¡Aléjate de ella! - dice Jorge mientras se acerca a Matías y lo agarra por el cuello.
-Jorge, ¡suéltalo! - trato de separarlos pero me es imposible, ambos son muy corpulentos.
Matías logra levantarse del suelo y le propina un golpe a Jorge. Doy un grito desesperado y vuelvo a intentar separarlo, pero Matías me empuja y caigo al suelo golpeando mi cabeza fuertemente.
Jorge se gira y corre en mi dirección, pero todo empieza a volverse de color negro.
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¿Él y yo bajo el mismo techo?
Teen Fiction".. Sabes de sobra que si me lo propongo no te podrías resistir a mis encantos. Sólo mírate, estoy a unos escasos centímetros de ti y ya puedo sentir como el calor y el nerviosismo se apoderan de tu cuerpo Natalia. ¿Apostamos? ¿O no? "