Está bien, apostamos; está bien, apostamos; está bien, apostamos.. esas palabras pasan por mi cabeza una y otra vez, al igual que la grande y burlona sonrisa que me dedico Matías al oír de mi boca esas palabras.. ¿Por que diablos accedí? Realmente el alcohol se me subió a la cabeza y no sabía lo que estaba diciendo.. Caí en su juego como una niña inocente, y como me arrepiento de ello. Aunque pensándolo en frio, podría darle de su propia medicina, y hacerlo ver que no me interesan los chicos como él en absoluto, así perdería el interés en querer joderme y haría su vida sin meterse en la mía. Podía lograrlo, claro que podía, es más iba a ganar tan fácilmente esta apuesta que ni si quiera me daré cuenta. ¿El amor de mi vida? ¿Enamorarme? ¿de él? Venga por favor más quisie...
Espera.. ¿y yo que ganaría con todo esto? No hablamos nada de lo que yo ganaba al acceder a la apuesta.. y él.. bueno él.. tampoco ha fijado un objetivo.. ¿por qué? No lo sé, pero era algo que iba a averiguar ahora mismo.
Salí de mi cama, aún sin haber dormido nada. Llevaba una hora y media dando vueltas en la cama pensando en todo lo que había sucedido en la noche, sobre todo con Matías. Caminé descalza por el pasillo hasta llegar a su habitación. Dude si llamar o no, ya que de seguro estaba durmiendo, pero finalmente me arme de valor y di tres golpes en su puerta. No se oía nada. *toc, toc, toc* volví a llamar.
-¿Queeee? - pregunto arrastradamente y demasiado borde para mi gusto abriendo la puerta de su habitación. Estaba somnoliento, se le notaba en la cara y en su pelo revuelto.
Abrió sin camiseta, por lo que mis ojos se desviaron a la V que se le marcaba debajo de los abdominales, este tío era demasiado sexy, no podía negar lo evidente, realmente si que podría tener a quien quisiera a sus pies, pero su arrogancia lo echa a perder todo. Su carraspeo me sobresalto y y volví a mirarlo a la cara, ya que me di cuenta de que llevaba un pequeño rato admirando su cuerpo, y el obviamente se había dado cuenta de que estaba embobada en su cuerpo.
-Si quieres puedes tocar – dijo de manera arrogante y prepotente con media sonrisa.
-¿Qué? Puag que asco – dije disimulando.
-Si, ya bueno.. ¿Qué quieres Natalia? Quiero dormir.. - dijo en un bostezo.
-¿Podemos hablar? - pregunté. Él asintió yo me dejo pasar a su cuarto. Al principio dude en hacerlo pero finalmente entre.
-¿y bien? - dijo mientras se acomodaba en su cama.
-Estoo.. a ver.. - intente empezar y el me miro impaciente. - ¿Qué ganaría yo con todo esto?
-¿Con todo esto? ¿Qué quieres decir? - hablo haciéndose el tonto.
-La apuesta, no nos hemos apostado nada.
-¿Tantas ganas tienes de que empiece todo que no podías esperar a mañana? - pregunto riendo y mis mejillas se tornaron de un color rojizo al instante, si que parecía algo estúpido , pero necesitaba aclararlo todo. - Ya aceptaste, los puntos a tratar los pondremos mañana, quiero dormir.
-No, quiero hacerlo ahora. - dije y el se acercó a mi. Yo estaba sentada en la silla de su escritorio y cuando se acercó, se agachó para ponerse en cuclillas y ponerse a mi altura.
-No pensé que querías ir tan rápido. -dijo en tono burlesco poniéndome nerviosa. No iba a permitir que él me viera de tal forma de nuevo, y contraataque.
-Tu pequeño enano no entraría en mi castillo ni aunque viniera con cien kilos de chocolate para mí – dije acercándome lentamente hacia el y levantándome de golpe al pronunciar mi ultima palabra. El rio con la cabeza gacha - Solo quiero saber que gano antes de empezar esta tontería, y si me merece la pena tener que aguantarte de esa manera.
-Eres buena Natalia, pero yo más – dijo y no entendí muy bien que quería decir con eso, pero lo deje proceder – Tu ganarías el hecho de que te deje en paz, para siempre, nada de nada. Y yo.. no sé quizás el llegar a tener algo más contigo, ¿Qué te parece?
-Deberás dejar este piso, pedir el traslado a otro cuarto – dije sería y él asintió – Y bueno.. ¿Algo más? Tu no has tenido algo más, fuera de lo sexual, con nadie, pero como no ganarás.. Si me parece bien.
-Te veo muy segura, yo no lo estaría tanto – dijo posicionándose detrás mía mientras me dirigía a la puerta.
-Sé que cosas me gustan, y tú no estás en esa lista, te lo aseguro. - hable y camine hacia mi habitación. Vale realmente esto iba a ser muy raro, pero no me iba a dejar conquistar por un chico como él.
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Adelanto este capítulo, ya que os lo debía por la inactividad posterior.
Espero que os guste, gracias por leer <3
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¿Él y yo bajo el mismo techo?
Novela Juvenil".. Sabes de sobra que si me lo propongo no te podrías resistir a mis encantos. Sólo mírate, estoy a unos escasos centímetros de ti y ya puedo sentir como el calor y el nerviosismo se apoderan de tu cuerpo Natalia. ¿Apostamos? ¿O no? "