BILL
-Estoy aquí
Esas dos palabras sonaban en mi cabeza cada vez más lejanas. Recordaba como me había lanzado a sus brazos, por fin después de tanto tiempo me sentía completo.
Abrí los ojos de inmediato, me encontré de nuevo en la oscuridad de la habitación acostado en la cama, un nudo en la garganta apareció junto a mi tristeza.
"No era posible, otro sueño?"
Moví la mano hacia el lado "vacio" de la cama, pero una mano se cerró entorno a la mía. Giré rápido para comprobar que era verdad.
Sus ojos profundos me observaban, varias emociones se entremezclaban en aquél color avellana: enojo, alivio, amor.
- de verdad estás aquí- dije
- escuché que me llamabas
- y te metiste en mi cama
-como siempre- sonrióAcaricié su mejilla con mi otra mano, la barba la tenía algo larga, se veía agotado.
Me coloqué encima de él, aprisionandolo con mi cuerpo para que no se fuera. Pasé mi mano sobre sus labios.
Los ojos de Tom seguían clavados en los míos, mi gemelo acuno mi mejilla en su mano, mientras que con el dedo pulgar retiraba una lágrima que traviesa había salido.
No necesitamos palabras, nuestros alientos se mezclaron, hasta por fin unir nuestros labios. Fue un beso tierno, casi tímido.
-No vuelvas a desparecer así Bill- ordenó mi hermano
- Lo prometo- contesté
Recoste mi cabeza en su hombro, sentí el peso de la cabeza de Tom en la mía.
"Se ha quedado dormido"
Pasé mi brazo por su abdomen y me aferre a él como si la vida se me fuera en eso.-Gracias por venir siempre- susurré antes de acompañarlo en su sueño.