BILL
Desperté por el sonido de vibración que hacía mi celular al moverse por la mesita que tenía aún lado. Me levanté de la cama con la peor genio, odiaba despertarme así y mucho más odiaba hacerlo cuando estaba el día congelado.
Tenía dos mensajes sin importancia y varias llamadas de Shiro perdidas. Suspiré, pase toda la mano por mi cara, intentando disipar el sueño y cansancio. Salí de la habitación, lo más silencioso posible con mi celular y ropa en la mano.
En la sala comencé a vestirme, había cerrado la puerta de la habitación. No quería hacerle ruido a mi gemelo.
"Es raro que Tom no me haya despertado por el ruido del celular..."
"Quizás sería porque estaba muy cansado "
Una sonrisa divertida se dibujó en mi rostro, recordé cada detalle de la noche anterior. Las caricias, los besos, aquellas promesas y sentimientos que se veían reflejados en nuestras miradas.
Las mariposas se hicieron presentes cuando recordé la sortija que llevaba en mi mano izquierda, cerré los ojos y sonreí. Estaba incrédulo de que por fin estuviéramos dando el paso decisivo de nuestras vidas y carreras, pero... ¿A quién le importaba si el mundo se venía abajo? A mi no, estaba con Tom y eso bastaba.
Abrí los ojos y mi mirada se posó en mi mano. Se me hizo un hueco en el estómago, al ver que sortija no estaba más en mi dedo. Justo iba a agacharme a buscarla, cuando alguien tocó el timbre de mi departamento.
-Si?- dije frustrado al comunicador
-Bill, puedes abrir? me estoy congelando- dijo Shiro
"Se me debió caer cuando me puse lo ropa"
Abrí la puerta y me alejé a la sala a buscar aquella joya, me hinqué para observar si había rodado debajo del sillón.
-¿Por qué nunca contestas?- me preguntó
-Estaba dormido- dije moviéndome como gato en la sala, para ver debajo de cada uno de los sillones
-Nueva manía Kaulitz?!- comenzó a carcajearse
-Shhh!
Shiro me observó curioso, hasta que vio la recámara cerrada y su sonrisa se tornó apenada
-No sabía que tenías visita- susurró
Puse los ojos en blanco, ante el cambio de tonalidades en su voz.
-Mejor ayúdame! -pedí
-A gatear?
-No!...- mis mejillas se tornaron rojas, ante la exposición de la bochornosa situación de encontrarme gateando- Perdí mi anillo de compromiso- le dije mientras desviaba la mirada al tapete que estaba en medio de la sala
-Oh... y Tom lo sabe?- preguntó con dudas
-Claro! él fue quién me lo dio
No había pensado la respuesta que le di, sabía que Shiro no me diría nada, pero no por eso significaba que lo aceptaría.
Vi con temor su rostro. Su mirada solo estaba puesta en mi, en cuanto se encontró con la mía sonrió con ternura.
-Bill... eso no...
-Lo sé, no es correcto, pero lo amo! Nos amamos!
-Bill...
-Yo sé que es mi hermano... pero...- en su rostro había un gesto de preocupación- Ya sé, despertaré a Tom
Caminé con decisión a la recámara. Al abrirla, me encontré con una cama vacía y la puerta del baño cerrada.
-Tomi, cuando salgas puedes venir? Shiro está...
-Bill- dijo Shiro- Tom no está aquí
-Esta en el baño
-No, Bill, él no está aquí- dijo sosteniendo mis hombros
-Pero si las cosas de Tom están...- sentí un escalofrío bajar por mi espalda- en la sala
Me apresuré a buscar las cosas de Tom.
"No puede ser que no las haya visto!"
"Claro! Estaba preocupado buscando mi anillo"
Al entrar a la habitación, no vi ningún rastro de maletas.
-Tom!- grité, empujé levemente a Shiro, hasta llegar a la puerta del baño que ahora estaba abierta- Tom?- pregunté entrando
No había nadie, busqué por todo el lugar, no había rastro de Tom, me senté en el sillón, con la cabeza entre mis manos.
-De seguro salió- le dije a Shiro cuando se sentó a mi lado
-No, solo fue una alucinación
-Acabo de levantarme...- susurré- anoche estaba conmigo Shiro, puedo jurarlo!
-Entonces solo fue un sueño
"Nos íbamos a casar"
Fue entonces cuando me di cuenta, la soledad que realmente sentía
TOM
El frío aire que recorrió mi espalda terminó por despertarme. Estaba solo en la cama y en el cuarto no había señal de la persona que durmió conmigo, hasta que vi como las cortinas de la ventana se movían graciosamente, parecía que bailaban intentando huir de la fría corriente.
"No las culpo"
Me levanté de la cama, por el piso se encontraba mi ropa regada y una que otra cobija. Tome los jeans y mi camisa blanca.
Caminé descalzo a la cocina. Agradecía que el piso no estuviera tan frío. Ya estando en la cocina, comencé a hacer café, tomé la taza con varias figuras, ya que era su favorita, sonreí. Intenté hacer el menor ruido posible mientras sacaba algunas cosas para comer.
"Quizás no sea el mejor desayuno..."
"No creo que le importe"
Puse todas la cosas en una mesa de cama y fui al dormitorio. Arreglé mi cabello, me coloqué mis tenis, sonreí y salí al balcón.
Podía ver humo por encima de su cabeza, su cabello estaba algo despeinado pero sexy. Acerqué mi cuerpo a su espalda y lo rodeé con mis brazos.
-Gracias, ya tenía frío...- dijo
-¿Por que estás afuera? Hace mucho frío
Alzó la mano, mostrándome el cigarro. Deshice el abrazo, tomé el cigarro y me lo llevé a los labios.
-Tom, tienes los tuyos!
Sonreí
-Vamos, hay café y un intento de desayuno esperando en la cama- dije- quiero contarte un sueño que tuve, Bill...
-Que ocurrió?
-Era tan real... Andy