TOM
-No has pensado en buscarlo?- me preguntó Andy mientras daba un sorbo de café.
- Diario, pero él me pidió que me fuera...
-...Estaba enojado Tom, tú más que nadie debería de saber como es tu hermano
Tomé un trago de café, me quedé viendo las cortinas moverse.
- No lo sé Andy. Las cosas están bien, pero después la actitud de Bill cambia y complica las cosas.
Ella suspiró, estaba masticando lo que había sido el desayuno. Sus ojos me observaron detalladamente, me sonrió y me acomodó un mechón que caía en mi rostro. Sonreí ante el gesto, había sido un acto tierno.
- Pienso que deberías buscarlo
-uh?
- Tom, desde que saliste de la habitación del hospital has estado así, imagino que Bill se encuentra de la misma forma, incluso peor.
-Si lo sé.
Andy se paró de la cama, tomó mi mano y me sacó de las cobijas. Se detuvo justo frente a mi, mí camisa le llegaba a la mitad del muslo, me sonrió y me abrazó de la cintura, devolví el abrazo y me sentí más calmado.
-Vamos a la playa- me dijo- así puedes pensar las cosas con calma.
-Si
Como de costumbre yo estaba listo para irnos, esperaba a Andy afuera del edificio, cuando sentí que mi celular vibró. Sonreí pensando que había sido la chica de arriba cancelandome la salida.
Al ver el mensaje, era de un número desconocido, suspiré y lo borré.
"Hasta cuando se va a terminar esto?"
Guardé mi celular en el pantalón, vi hacia adentro del edificio cuando escuché unas pisadas. Ahí venía Andy, quién me sonrió.
-Creí que habías traído el auto- dijo
-No lo pensé
Ella soltó una carcajada y comenzó a caminar hacia el estacionamiento del edificio. Iba a seguirla cuando una vez más mi celular vibró.
Lo saqué y cuando vi el número en mi pantalla, los nervios invadieron mi cuerpo. Carraspeé un poco para poder disimular lo nervioso que me sentí.
"Te Necesito"
El mensaje era corto y claro, sonreí. Mi gemelo ya no se encontraba enojado y me extrañaba... Pero que iba a hacer? Cómo cambiaba las cosas?
-Tom!- Andy ya traía el auto y me estaba esperando en la avenida.
Caminé hacia ella, subí al asiento del copiloto y le conté del mensaje. Estuvimos discutiendo acerca de los pros y contras de contestarle, durante el camino.
Cuando llegamos a la playa, Andy se quito el short y blusa que traía, quedándose solo en bikini y se metió al mar e incluso estaba hablando muy animada con un chico. Le agradecía que no me estuviera presionando y me diera mi espacio para poder pensar acerca de lo que iba a hacer.
Los rayos del sol se sentían deliciosos en mi espalda.
"Debería contestarte Bill?"
"Yo también te necesito"
