Diario 3

2.5K 359 184
                                    

Pasado el cumpleaños de Naruto comenzó a tener más misiones sanguinarias junto con su nueva katana. Él se sentía en extremo feliz por el regalo, y porque Jiraiya le otorgaba más confianza y responsabilidad.

Una tarde entró al despacho de este último, quien ahora se encargaba de las finanzas de su clan ya que no se encontraba en condiciones para salir de casa debido a su edad y  salud  delicada.

— ¿Qué demonios te pasó? —Jiraiya se quitó sus lentes de lectura, y se sorprendió al mirar a Naruto, que traía heridas de cuchillazos y hasta la marca de un balazo que apenas había alcanzado a rozar un poco su pierna.

— Simple. Estuve a punto de morir a manos del menor del clan Inuzuka hace una semana, y lo que hice hoy fue ir a asesinar a todos los subordinados de ese niño para enseñarle quien manda. Era obvio que no saldría bien librado, pero sí victorioso —sonreía con superioridad mientras metía a Safaia en un barril vodka que Jiraiya recién había comprado para bebidas ocasionales, y que ahora gracias a eso, estaba arruinado—. En pocas palabras... me vengué.

— ... —Jiraiya enmudeció un momento, mirando de Naruto al barril y viceversa, repetidas veces—. Ese era mi maldito barril de vodka.

— Y ahora es un barril limpia katanas, ya me lo agradecerás después... En fin, ¿tenemos trabajo para mañana? —se sentó frente a Jiraiya, subiendo los pies en unos papeles de suma importancia.

En ese momento la puerta del despacho se abrió y un muchacho apenas mayor que Naruto entró con toda confianza.

— Jiraiya, me dijeron que podía... —se detuvo en seco al notar que había  alguien más—.  Oh, lo siento, creí que estabas solo. Puedo regresar luego.

— ¿Y este quién es, Jiraiya? —antes de salir, el muchacho pudo escuchar a Naruto, pero una señal del mayor lo invitó a pasar a la habitación.

— Por favor, Itachi, sigue. Que no te moleste este mocoso —era raro ver a Jiraiya actuar tan amigable, pues eso lo hacía con un número sumamente limitado de personas—. Ten más respeto Naruto, no se cuántas veces tengo que decírtelo.

— ¿Es más importante que yo? —miró desafiante a su padre—. Si es así, hasta me inclino.

La respuesta inmediata del yakuza fue un golpe en su cabeza como era costumbre.

— No hacía falta el sarcasmo. Él es Itachi Uchiha. Itachi, él es Naruto. Algo así como mi protegido.

— Mucho gusto — Itachi había extendido su mano de manera amistosa—. He oído cosas sobre ti.

— Yo no. Es más, mate a un familiar tuyo... —le sonrió de una manera prepotente—. Un placer —ignoró la mano de Itachi y simplemente tomó el saco de Jiraiya para limpiar a Safaia—. Tan sucia... me voy. Te dejo con este Uchiha. Me avisas si tienes algo mejor para mí —sin más, el rubio salió de la habitación.

— Maldito niño... ese saco era de diseñador —se frotaba el puente de la nariz—. A veces me cuestiono cómo pude malcriarlo así.

— No entiendo... ¿no le agrado? —preguntó el Uchiha sumamente consternado por la actitud del chico.

— No  lo tomes personal, es así con todos. Solo ignoralo, vamos a lo importante.

— La verdad es que desde que te hiciste cargo de Shisui, la tensión entre los allegados de mi familia se hace cada vez más palpable con el pasar de los días... somos amigos, Jiraiya, y yo no niego que lo de Shisui estuvo mal y que sus ideales lo llevaron a la muerte, pero... —Itachi apretaba los labios, intentando dejar de lado su orgullo—, necesito la protección de tu clan.

Sex & Tears Prision (Naruto's Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora