—Tienen que terminar antes de que se retire el conserje o quedaran adentro, ¿está claro?—gritó el profesor Kang.
— ¡Sí, señor!—gritaron al unísono.
Jiwoo miró mal al castaño y tomando el paño comenzó a fregar una de las doscientas mesas que habitaban el comedor escolar.
Como castigo por mal utilizar el gimnasio, les habían dado dos semanas de castigo, dos semanas en las que serían los encargados de limpiar el desastre que sus pares hacían durante el almuerzo. De tan sólo pensar que faltaban otros nueve días, la joven prefirió que le amputaran el brazo, simbólicamente, claro.
—Psss—susurró Seokjin—, bonita.
La castaña inhaló antes de voltearse, no podía matarlo, el castigo sería mucho peor.
—Ese vestido te queda muy bien—le guiñó el ojo.
— ¿Sabes qué te quedaría bien a ti?—se acercó y dulcemente le sonrió—, mi puño en tu linda cara, ¿tú qué dices? ¿Te gustaría probar?
—Tsss—suspiró desinteresado—, si sigues siendo así, ningún chico gustará de ti.
—Tendré que hacerme lesbiana, entonces.
Hubo un minuto de silencio y luego un ruido estruendoso cortó el sigilo, Seokjin comenzó a reír fuertemente por lo estúpida que le había parecido la respuesta.
—No te confundas, me río de ti, no contigo. Te sigo odiando—comentó tranquilamente el joven, recuperando el aire luego de unos segundos.
Y Jiwoo sonrió porque lo que más deseaba era que aquel chico bipolar la odiase.
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Adivinen quién volvió después de meses, yeeyy
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Jasminum ↝ Kim Seokjin
Fiksi PenggemarSeokjin odiaba su sonrisa. Odiaba los hoyitos que se formaban al costado de su boca. Odiaba su cabello largo y sus grandes ojos rasgados. Odiaba su facilidad para regalar sonrisas y su facilidad para fruncir el ceño. Odiaba la delicadeza de sus mov...