Capítulo 1: Esto recien empieza

273 13 0
                                    

— AXIAAA, AXIAAA. Levántate ya pedazo de oso en hibernación — Mi hermano se me tiró encima haciendo que mis ojos se abrieran furiosamente. Se bajó de mi espalda y los miro con repulsión y miedo. De seguro estaban rojo y hinchados de la noche anterior, una noche como las que siempre tenía.

— Maldito enano. Date por muerto — Dije levantándome rápidamente de mi cama. El salió corriendo, casi resbalandose con la alfombra de mi cuarto.

¿Por qué se me había ocurrido venir a dormir a mi casa sabiendo que el idiota de Matías vendría a molestarme?

Podría haberme quedado en la casa de Bruno y todo estaría perfecto. Pero no me gustaba eso de dormir después de haberlo hecho. Por eso ni bien terminaba todo, agarraba mis cosas y me iba. 

No quería verles la cara cuando se levantarán, perdía toda la "magia". Algunos insistían en que me quedara...Muy pocos... Y esos eran los que más me fastiadiaban. Osea, si me quiero ir me voy cuando yo quiero. No me toques, no me hables y no me mires, porque nada de lo que hagas va a hacer que cambie de opinión.

El amor nunca había sido una opción en mi vida. Sí había salido con muchos chicos, pero solo por diversión. Aparte la mayoría de ellos eran los adinerados, falsos y egocéntricos de mi barrio. Esos con los que más me gustaba jugar.

En fin, volviendo al tema del engendro de 8 años, una vez que me encargue de el me fui a almorzar, ya que claramente no me había levantado temprano. Las noches así me dejaban con el estómago vacío. Agarré un pedazo considerable de carne de la heladera, y me lo metí junto con el jugo de naraja. Lo sé, soy toda una lady.

Mientras intentaba masticar, escuchaba los gritos ahogados de mi hermano entretanto mi madre abría la puerta.

— ¿¡Qué Carajo!? — Si...Creo que ya sé de donde  saqué mi muy educado vocabulario — ¡Axia! — Gritó al verlo.

Yo me presenté en frente de ella, viendo como trataba de bajar al pequeño monstruo que había colgado del perchero.

— Mamá, no sabés lo que fue... — Lloriqueo dramáticamente. Maldito taller de teatro, iba a anotar eso para mí próxima venganza.

—Axia, Dios....¿Qué voy a hacer contigo? — Las arrugas se hicieron más profundas, y sus ojos me miraron derrotados.

—Ya sabes... — Espeté cruzando mis brazos —  Mandarme con una nueva familia al extranjero, así no tienes que lidiar más con esto. Es más fácil lavarse las manos que hacerse cargo de los problemas ¿No?

—Oh amor, ya sabes que lo hacemos por tu bi...

—No gracias —Aparte su brazo con asco — No necesito tu compasión, para eso están los perros. El discurso también te lo podes ahorrar...Ni que fuera a escucharlo — Concluí dandomela vuelta.

Ella intento agarrarme, pero fue inútil. Seguidamente, cuando estaba a mitad de camino de mi triunfal salida, se escuchó la puerta abrirse dejando ver a un robusto hombre pasar a la casa.

—Ya llegue amor — Saludó mi padre dando un beso a su amada esposa. Iugh, me daban asco —¿Alguna novedad? ¿Por qué esas caras?

— Bien llegaste en el mejor momento— Observé dándome la vuelta y señalandolos — Ahora ya pueden ser la familia perfecta que siempre quisieron. Ya no voy a estar más para arruinarles la reputación a ninguno, mirense...Son TAN lindos... FELICITACIONES — Les dediqué una sonrisa falsa y aplaudí, para después subir furiosamente por la escalera.

— ¡Axia! — Exclamó papá. Dios ¿Qué tenían con mi nombre? — ¿Qué hicieron ahora? — Fue lo último que escuché antes de que diera el portazo.

BAD GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora