El cielo estaba nublado, triste, justo como me sentía yo y aunque muchas veces dije odiar mi casa ahora me parecía imposible la idea de alejarme de ella, con una mirada suplicante ajena a mi le pedi a mi madre unos días más aquí pero ella se negó. Desde el piso de abajo escuché que mi progenitora me llamaba.
Ya era hora.
Decidí pasar mis últimas horas con mi mejor amiga, Sam, ella era lo único que me dolía dejar atrás así que trate de compensarlo dándole mi último rato aquí. En la puerta nos dimos un abrazo lleno de sentimientos
-Te escribiré-dije mientras trataba de no llorar
-Lo se-dijo Sam del mismo modo
-¡¡Vamos _____!!-dijo mi padre
Subí al coche dándole una ultima mirada a mi confidente, mis padres imitaron mi acto, mire por la ventana esta vez enojada con ellos
Me sacarían de mi ambiente y de todo lo que conocía como hogar.
(...)
-Llegamos ¡¡por fin!!-dijo mi padre-¿No te parece bonito?
Suspire y empezé a caminar al otro lado de la calle
-Regreso en un rato, voy a conocer a los vecinos- dije de manera sarcástica.
-________, si llegas a meterte en líos esta vez te castigare severamente- me dijo con voz amenazante, pero la ignore.
La verdad no quería hablar con ellos o si no diría cosas que después me arrepienta, pronto esos pasos lentos se convirtieron en rápidos y llegué a un parque que por lo visto, era muy concurrido, con todos mis sentimientos a flor de piel me senté a la sombra de un árbol en un lugar apartado de todo el bullicio.
Me quede ahí en esa tranquilidad que yo misma me daba cuando oi que múltiples voces se acercaban.
Eran unos cuatro adolescentes de preparatoria y otros cuatro aparentemente de mi edad, los últimos estaban siendo molestados por los mayores, les repetían múltiples apodos y básicamente haciendo bullying.
No queria meterme en alborotos y menos en mi primer día aquí pero mientras me debatía que hacer parece que mi mirada no fue pasada desapercibida por uno de los matones que decidió decirle al que parecía el líder.
Se acercaron y yo no sabía en dónde meterme, no quería pasar por esto otra vez.
Logré sentir el sabor metálico de mi propia sangre y el dolor de mi labio partiendose me dejó algo muy en claro, yo no era nadie contra estás chicas.
Me tomaron por el cabello y pronto sentí un golpe, esta vez a puño cerrado, en mi estómago que hizo que mis piernas flaquearan y terminará en el piso.
-¿Quien te crees que eres para acusarme a mi?- me dijo una voz que me hizo estremecer- Que esto te sirva de escarmiento.
No sé cuánto tiempo más estuve soportando golpes y palabras hirientes hasta que pararon. Dejándome sola y agotada de todo esto, ya no sentía dolor físico sino mental.
Lo último que recuerdo fue que Sam me encontró y llamó a una ambulancia.
Al contrario de mi yo del pasado, aprendí a defenderme y sabía a la perfección como hacerlo pero eran cuatro típos contra mi, una mocosa de 55 kilos.
-Vaya tenemos una espectadora- Hablo un chico de cabello rubio y una camisa de lo más horrible que haya visto-¿Te gusta lo que ves?
Sus amigos soltaron risas como si hubieran escuchado una gran broma, dios, que estúpidos me parecían. No sabía que responder, realmente no quería hacer esto hoy se supone que quería estar sola con mi tristeza, no pelear con estos niños sin cerebro, además de la clara advertencia de mi madre.
-Parece que no sabe hablar- pronunció otro de ellos, este al contrario del rubio era subido de peso y tenía ojos cafés.
Se acercaban cada vez más y yo solo los veía con desdén, cosa que parecía que los ponía más furiosos.
-D-dejala- tartamudeo un moreno de ojos azules, siendo silenciado rápidamente por sus amigos.
-¿O si no que?- Su atención se desvío hacia ellos y su líder le dió un puñetazo que hizo que mi defensor cayera directo al suelo.
La rabia empezó a florecer en mí, si había algo que no iba a tolerar era esto. Mis dudas se habían disipado.
Al diablo con mis padres.
En un movimiento rápido me abalance sobre el rubio, cuando estuvo en el suelo le di un golpe certero en la nuca, dejándole inconsciente.
-¡Bowers!- hablo con preocupación un moreno de cabello largo y cara extraña.
Me tomaron los brazos apoyándome bruscamente contra un árbol, mis forcejeos no eran lo bastantes fuertes para pelear contra el chico gordo. Mis opciones se reducían y la desesperación comenzaba a salir, esto me ganaba por meterme en dónde no me llaman.
El del cabello largo se acercó más a mi y vi la oportunidad de patear su pierna haciendo que su agarre se soltase un poco dándome lo necesario para salir de mi posición.
Inmediatamente solté un golpe al más grande de ellos, uno tras de otro hasta que estuvo en el piso. Hasta que me tiraron del cabello. Esta vez no tenía como soltarme.
-Perra, mira lo que haz hecho, no saldrás limpia de esto- dijo mi atacante sacando una navaja de su bolsillo.
Mierda.
De pronto me soltó y cayó a mi lado, me pare rápidamente y note como aún estaba aturdido, mire a mi lado y los de mi edad tenían piedras en las manos. Un método tonto para defenderse pero bastante efectivo.
Dirigí mi mirada al último de ellos que solo bajo la mirada y fue a auxiliar a sus compañeros. Así que di por terminado el enfrentamiento.
-Gracias- les agradecí- Me voy de aquí, les aconsejo que hagan lo mismo.
Comencé a caminar hasta llegar a la parte más llena del parque, con murmullos detrás mío.
No sabía que iba a decirle a mi madre de mi cabello despeinado, mi ropa sucia y mis nudillos ensangrentados pero seguro que mi madre no iba a creer ninguna de mis excusas. Estaba jodida.
-Hey chica no eres de aquí ¿no? -dijo un niño de grandes lentes y ropa infantil
Le di una mirada indiferente pero asentí
-G-gracias por lo d-de allá -dijo el mismo chico de ojos azules
Confundida por la emoción camine hacia mi "casa" si se le podía llamar así.
-Oye-Dijo un chico de cabello rizado
Me detuve en seco y me di la vuelta
-¿Que?-dije un poco adolorida, el ardor en mis dedos estaba apareciendo.
-¿Cual es tu nombre?-dijo- El mio es eddie
No sé si era porque aún estaba enojada por el repentino cambio pero todo me parecía ridículo, incluso su nombre
-¿Nos dirás tu nombre?-dijo el de lentes- El mío es Richie
-______-dije y empecé a caminar hacia mi casa
(...)
-Y así es como nos convertimos en el blanco de el idiota de bowers- dijo richie
No me sorprendió, siempre era lo mismo, los más grandes se aprovechan de los pequeños, supongo que nunca iba a cambiar.
-Bien, llegamos- dije mirando la fachada de mi morada, tenía un jardín bonito, no lo iba a negar.
-Es b-bonita-dijo bill que primera vez había hablado desde el parque
-Gracias bill-dije.
Entre a mi casa no sin antes quedar con los chicos de vernos mañana en la escuela, solo espero no ver mucho a bowers ni a sus amigos idiotas.
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Siempre juntos [Bill Denbrough]
Fanfiction______ toma la decisión de escapar de su pasado yendo a un pueblo llamado Derry dónde no haya preocupaciones, ni chismes, ni gente que reconozca su cara y sobre todo, dónde no haya problemas......¿O si?