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Hacía días que el ojiazul no hablaba conmigo, habíamos salido en varias ocasiones pero me evitaba y aunque trataba de no salir afectada la verdad era que me lastimaba el orgullo.

Hoy decidí que iría a hablar con el, más allá de que me sintiera atraída hacia el también me la pasaba bien con su sola presencia hablando como amigos.

Me despedí de mis padres y salí en dirección a su casa con mi bicicleta nueva.

Una vez que llegue, toque su puerta y Bill me abrió quedándose unos segundos quieto.

-Hola- saludé sin siquiera saber que decir- ¿Puedo pasar?

Dudó un momento pero permitió el paso, en la esquina de su sala había un piano y todo estaba perfectamente acomodado.

Bill subió las escaleras al que supongo era su cuarto así que lo seguí.

-Tenemos que hablar- hablé por fin- No se que pasa pero es mejor que lo discutamos por el bien del grupo.

-¿De verdad no lo s-sabes?- me cuestionó y su voz era firme sin contar su tartamudez. Negué - B-bien, no soporto que p-pases todo el tiempo con Richie, me m-molesta que s-siempre estén ligando- Estaba alucinando o estaba celoso.

-Me gustas- solté un suspiro, si íbamos a ser sinceros pues entonces que así sea- Pero tú me dejaste en claro que no sientes nada por mi asi que trate de distraerme estos días en las bromas tontas de Richie.

-¿Que tiene Beverly que no tenga yo?- hable de nuevo maldiciendo por como había sonado la pregunta

Mis palabras calmadas desaparecieron y dieron paso a la rabia pero guarde silencio, sabía que cuando estaba furiosa llegaba a decir estupideces crueles y no quería lastimar a Bill.

Di un profundo suspiro y me quedé en espera de su respuesta pero solo me dió la espalda buscando algo en su escritorio.

Cuando se dió la vuelta camino hacia mi, con unas hojas en sus manos y me las entregó. Eran múltiples dibujos míos, lo miré sin entender que queria decir con esto.

¿Por qué no era directo y ya?

-¿Que significa esto?- pregunté nerviosa y el corazón en la garganta.

Pero no me respondió, solo hizo una seña para que saliera, suspiré y salí de ahí.

(...)

Todos habíamos quedado en el parque donde conocí a mis mejores amigos.

Mi mente no podía dejar de divagar pensando en aquel payaso y sus globos rojos, la posibilidad de que las personas que ví fueran reales eran nulas.

Despues de declararme en casa de Bill, y ser sutilmente rechazada, regrese a la mía en busca de una chaqueta.

Pedalee hasta llegar al parque donde, como siempre, habían muchas personas buscamos con la mirada pero no vi ninguna cara conocida así que me senté en una fría banca.

Los recuerdos vinieron a mi y me sentía mal ¿cómo había sido tan tonta? A él le gustaba Beverly y yo solo era una amiga más pero si así porque me mostró los dibujos, tal vez mi corazón quería que tuvieran un significado más profundo.

No, a la mierda. A la mierda Bill y sus extrañas señales.

-¿Nos perdimos de algo?- dijeron y al reincorporarme pude notar que una lágrima caía por mi mejilla.

Saludé sin más, y mi curiosidad salió a flote al ver a un niño de tez negra y ojos cafés así que pregunte por el nuevo integrante.

-Nos ocurrió algo-dijo ben-sera mejor sentarnos para hablar

Y así lo hicimos

-Seamos directos-dijo Eddie - ¿Alguien ha visto algo raro?

-Yo vi a mis antiguos compañeros de clase- dije recordando- ellas básicamente me hacían cosas horribles- solté sin más definitivamente no iba a entrar en detalles.

-Vaya....eso es horrible-dijo ben

-Yo vi a un leproso-nos contó Eddie - Afuera de la vieja casa de Derry y ahí en el patio vi a un payaso.

Mi piel se erizo al escuchar eso.

-Bueno yo era muy pequeño cuando mi casa se incendio, mis padres estaban en la otra habitación trataron de llegar a mi pero no pudieron-Dijo quien ahora sabía, se llamaba Mike.

Para resumir un poco todos menos Richie habíamos visto al payaso. Hablamos hasta que empezó a oscurecer, ahora mismo no podíamos decidir que hacer con eso, así que lo mejor era descansar

-Bueno yo me voy mi madre me espera- dije levantandome del suelo- adiós chicos.

Cuando levanté mi transporte, sentí como me tocaban el hombro

-A-adios- dijo Bill haciendo que me asustara y me diera la vuelta rápidamente, para mí buena suerte mi cara se encontraba muy cerca de él y por un momento pensé en besarlo.

-Te veo después- dije al tomar distancia, solo eran deseos de mi enamorada cabeza.

Me di la vuelta y tome mi bicicleta para después pedalear hacia mi casa. Una vez que estuve ahí , subí a mi cuarto, me duche para después ponerme el pijama y dormir.

(...)

Desperté con un extraño presentimiento en mi pecho, aún así me cambié me puse un pantalón ancho, una blusa blanca de tirantes y tenis blancos.

Cuando termine baje a desayunar, pensé en que todo el asunto del payaso me tenía nerviosa.

-Hola hija ¿no piensas salir esta tarde?-dice mi madre

-No madre, hoy no-dije para después llevarme una cucharada de cereal a la boca

El teléfono sonó y mi madre fue a contestarlo, no sé que pasaba entre ella y yo pero la relación había mejorado bastante.

-_____ te llama una tal beverly- anuncia mi mamá.

Me levanto y respondo

*-¿Hola?-*

*-Ven a mi casa ahora mismo*-note un nerviosismo en su voz.

*-¿Que pasa?-*dije de la misma manera

*-Te lo contare cuando llegues-*

*-Bien voy para allá-*

Y colgué.

-Mamá tengo que salir, iré a la casa de mi amiga -dije tratando de ser lo mas convincente posible

-Okay solo no llegues tarde tu padre invito a un amigo cercano y quiere que estés para cenar-Dijo a lo cual asentí

Abrí la puerta y maneje con dirección a su casa con la esperanza de que no sea nada grave

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Siempre juntos [Bill Denbrough]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora