Siempre juntos [Bill Denbrough]

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ADVERTENCIA:Contenido para adultos +18

Mis pies se tambalearon al caminar sobre el pavimento pero los brazos de Bill me rodearon, sujetándome firme.

-Al me-menos déjame llevarte a tu c-casa- dijo bajo mi mirada fulminante.

Acepté debido a que me encontraba mareada, caminaba lo más rápido que podía para que esto terminará lo más pronto posible.

Una vez en la puerta, trate de sacar mis llaves pero el frío y la cerveza hacían que mis dedos me fallaran.

-Yo te a-ayudo- tomo mis llaves y abrió la puerta.

-Bueno ya que estás, ayudame a subir hasta mi habitación- dije apoyándome de nuevo en sus brazos.

Entre tropiezos y maldiciones logré llegar hasta mi cuarto.

Una vez ahí me quite los zapatos, la blusa y el pantalón ajustado que me hacia sentir incómoda. Ahora mismo no me interesaba si estaba Bill, lo único que quería era estar cómoda. Mi acompañante encendió una luz tenue que tenía en el escritorio tratando de no verme en ropa interior, cosa que me hizo sonreír con satisfacción.

-B-bueno yo m-me voy-el moreno se dirigió a la puerta con los ojos en el piso.

-Espera- lo detuve y por un impulso me acerque bastante- Gracias por traerme.

Su mano fue a parar a mi mejilla, mientras la acariciaba suavemente sus ojos miraban mis labios y aunque trato de disimular, yo lo noté. Mi autocontrol se esfumó cuando di el primer paso y le di un beso fugaz.

Y al ver qué no le disgustó uní mis labios contra los de el está vez en un beso profundo pero lento. Posé mis manos entre su cabello a la vez que las de el sujetaban mi cintura.

Una corriente electrica encendió mi cuerpo cuando los besos subieron de tono, tomé el control haciendo que Bill se sentara en mi cama para subirme en sus piernas. Lo volví a besar con desesperación tratando de recorrer su abdomen por debajo de la camisa pero al ser un estorbo lo despoje de esta.

Mis dedos pararon en su cinturón al que, en un hábil movimiento, desabroche al igual que su pantalón.

-¿E-estas segura?- dijo entre respiraciones agitadas, asentí y siguió besandome

-Quitalo- ordene cuando el roce de mis pezones con el sostén era insoportable.

Sus manos estaban temblorosas por lo que le ayude, una vez que mis pechos estuvieron libres tomé su manos y las puse en ellas. Solte un gemido cuando estímulo mis pezones y noté como el bulto de sus pantalones comenzaba a crecer.

Mis caderas se movían a propósito haciendo que la respiración de Bill se volviera errática y soltara pequeños suspiros, con desesperación baje sus pantalones, dejándolo en boxers.

Pasé mi mano por encima de la tela y mi excitación aumento cuando gimió mi nombre. Baje de su regazo y quite sus boxers dejando al descubierto su miembro, lo tome entre mis manos para subir y bajarlas mientras mi lengua recorría la punta.

Cuando sentí que se iba a correr, pare, recibiendo un gruñido de su parte.

Hice que se recostara y me coloque encima de el, acomodando su miembro en mi entrada poco a poco empecé a bajar acostumbrandome a su tamaño.

Cuando el dolor se transformo en placer comencé a moverme de arriba hacia abajo, mire a Bill quien tenía una mirada oscurecida y las mejillas rosadas. Me tomo de los glúteos masajeandolos haciendo que el roce fuera aún más placentero.

La habitación era solo gemidos de ambos, y cuando baje la velocidad por el cansancio Bill se colocó encima mio y reanudo el vaivén pero sus embestidas eran lentas y suaves.

-M-más rápido, Bill- dije y fue música para sus oídos.

Sus caderas se movían rápidamente y sus choques estimulaban mi clítoris. Me sentía en el paraíso. Sus labios pararon en mi cuello mientras yo acariciaba su espalda. No paso mucho tiempo cuando mi vista se nublo a la par del ojiazul mientras tenía espasmos, Bill se recosto a mí lado recuperando la respiración.

-Eres hermosa-dijo acariciando mi cabello.

Le conteste con una sonrisa y me acomode entre su pecho.

-Hay que dormir- dije en voz baja, casi en un susurro.

Me dio un beso en la frente y nos acurrucamos entre las sábanas. Esto era un sueño para mí. Uno que se había hecho realidad.