Taecat

veintidós.

一 Bien, voy a abrir esta ventana y voy a ir por Taehyung. 一 susurró, para luego tomar un extremo de la ventana y estirar hacia el lado contrario. 

Al parecer Chanyeol y Jungkook no eran tan estúpidos después de todo.

Habian llaveado la ventana.

一 Pero qué... 一 suspiró pesadamente, pasando una mano por su cabello. 一creo que tengo un martillo.

Corrió hasta su mochila, que se encontraba tirada a un lado de su cama. 

一 Estoy seguro de que lo dejé por aquí... ¡perfecto! 一 sonrió al encontrar el martillo dentro de su mochila. 

Se levantó del suelo, y suspiró varias veces tomando el martillo con ambas manos frente a la ventana.

一 Se que me voy a arrepentir de esto. 一 murmuró.

一 ¿Yoongi? 一 una voz bastante conocida habló a sus espaldas. Yoongi, al escuchar la voz, no pudo evitar sonrojarse, ya que era algo vergonzoso que alguien lo encontrara en tal situación.

一 Estaba reparando mi ventana, creo que tiene una gotera. 一 habló mientras "examinaba" la ventana con el martillo. 一 Espera... ¡¿cómo entraste?! 一 giró sobre sus talones, encontrándose con Hoseok, parado justo en la entrada de su habitación.

一 Bueno.. 一 susurró bajando la mirada, intentando ocultar su sonrojo. 一 la puerta de abajo estaba abierta, y cuando entré te escuché hablando solo. 一 se encogió de hombros.

Tal vez el menor se esperaba un sermón por parte del pelinegro, pero se sorprendió al sentir como los brazos contrarios envolvían su cintura.

一 Gracias. 一 susurró para luego salir corriendo con el martillo en sus manos. 一 Oh, y.. ¡puedes irte, estoy bien! 一 gritó saliendo del lugar.

Hoseok solo soltó una leve risita, caminando hacia la salida. Tal vez este no sea el mejor momento para hablar con él.

Yoongi salió corriendo hacia la casa de Chanyeol, porque ahí era donde iban cuando querían esconderse del pelinegro. 

Una vez que llegó a la casa del mayor, entró sin siquiera tocar la puerta, mojando la alfombra frente a la entrada de la puerta de Chanyeol que decía "WELCOME" en letras oscuras.

Los tres híbridos, junto con Yugyeom y Bambam miraron a Yoongi asustados, parar luegos salir corriendo escaleras arriba.

O sea, a quien no le asustaría que Min Yoongi apereciera de la nada, todo mojado y con un martillo en la mano.

Jungkook apareció detras de la puerta de la cocina al escuchar los gritos de los cinco híbridos que estaban cuidando. Al ver a Yoongi parado en la entrada de la casa, Jungkook inmediatamente llamó a Chanyeol, quien se escondió detras del menor con una espátula en la manos.

一 ¡Idiotas! 一 gritó Yoongi señalandolos con el martillo mientras se adentraba en la casa.

一 ¡Era por su bien! 一 exclamó Chanyeol moviendo la espátula.

一 ¡Lo que pase entre Taehyung y yo no es cosa suya, imbéciles!

Giró el martillo y pego a Jungkook en la cabeza con la parte de la madera, para luego hacer lo mismo con Chanyeol.

一 Yo jamás le haría algo a Taehyung sin su consentimiento. 一 terminó por decir bajando el martillo, mirándolos con el ceño fruncido.

Y decía la verdad. Tal vez se había pasado un poco la última vez, pero el de verdad amaba a Taehyung, y verlo lastimado era lo último que quería. Aunque cometió errores en el pasado, se propuso así mismo hacer los días que pasaba al lado del pequeño híbrido, los días más felices de su vida.

Suspiró desviando la mirada, tirando el martillo al suelo, ya que Chanyeol seguía intentando pegarle con la espátula escondido detras de Jungkook.

一 Solo vine por Taehyung. 一 susurró buscandolo con la mirada.

一 Bueno, psicópata, dejame informarte que el salió corriendo cuando tú entraste como un loco por la puerta para matarnos. 一 Chanyeol habló dirigiéndose hacia la cocina. 

一 No planeaba matarlos... solo torturarlos. 一 susurró por lo bajo, haciendo su voz casi inaudible.

一 Por qué no te quedas, puedes usar la ducha, y tengo ropa de cuando te quedaste a dormir la última vez. Deja a los niños que jueguen. 一 Chanyeol sonrió.

一 ¿Última vez? ¡No me invitaron! 一 gritó molesto el menor cruzándose de brazos.

一 Emm, voy a buscar la ropa. 一 salió corriendo mientras Jungkook atacaba a Chanyeol.