Ser la esposa perfecta, me resultaba tan fácil.
No había día en que no despertara temprano para alistar tu traje, tus zapatos y a veces incluso tu portafolio. Me divertía asiéndolo, sonreía en cada momento.
Beck, en las mañanas siempre tomabas café caliente, con galletas. Galletas que por cierto yo las preparaba.
Disfrutaba servírtelas en los desayunos, con tal de ver tu sonrisa y escuchar aquellas palabras tan dulces salir de tus labios.
"Eres la mujer perfecta, Ángela"
¿Pero sabes algo?
Ya amaneció y tú nunca llegaste a dormir.
El café está servido en la mesa y las galletas aún siguen en el horno.
<Beck, al igual que el café y las galletas.Estoy aquí de pie en la puerta esperando que llegues>>
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Beck, Me Duele Amarte
Short StoryÁngela solo quería ser la esposa perfecta para Beck y lo había conseguido. Durante seis meses ella había logrado hacer su sueño realidad. Pero se ve destruido, cuando repentinamente Beck deja de amarla. Varios motivos, sucesos y recuerdos pasaran...