47. Lo mismo de las mañanas

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Despertar y verte en la casa, es extraño.

Ha pasado meses desde que no me sonreías o que me tomabas de la cintura mientras cocinaba.

Beck, has tenido que sufrir para volver a mis brazos.

Te serví el desayuno. Tú favorito, café con galletas. No me senté a desayunar contigo y eso te sorprendió. Bueno, en realidad mi actitud fría hacia ti te sorprendió.

—Ángela, te has vuelta muy fría —mencionaste entre risas.

—Claro que no—Me senté en el sofá de la sala —Debe ser porque no has estado conmigo en días. —Mencione —Espera............. ¿Cuándo fue la última vez que viniste a dormir aquí? —Pregunte mientras te regresaba a ver con una mirada fría

Te quedaste mudo, no sabías que responder.

<<Hay cariño, no trates de ser lindo conmigo porque realmente me aturdes el día>>

Beck, Me Duele AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora