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Las lagrimas cubren su demacrado rostro, cayendo por borbotones mientras se lanza sobre el menudo cuerpo de Noah.

Susan hipa y lo abraza con toda la fuerza que sus brazos le permiten, es duro de ver, Chris piensa, mientras da un paso hacia atrás.

Noah se mantiene en línea, la deja llorar sobre sus brazos, acunándola con ternura, después de todo es ella la madre de Luca.

—Gusto en conocerte, Susan—dice él.

Luce ajeno a sentimientos, pero él solo no puede llorar, la abraza como ella necesita, un tardío consuelo.

La escena es conmovedora, todos intentan darles su espacio, hablando de otras cosas en esa habitación, están tanto los padres de Chris cómo los de Caleb, comerciantes importantes y gente que con una sola prenda Iguala el costo del ropero de Chris.

“Al menos no hay cámaras ahora”
Chris sabía que Caleb era un genio en cuanto a robótica, pero no sabía que también lo era en el mundo del marketing y los negocios.

Apenas unas semanas más tarde la cara Noah estaba ocupando todos los titulares y líneas importantes de las revistas, periódicos y noticias. Hubo entrevistas, conferencias y muchas, muchas cámaras.

Es algo curioso como funciona ese mundo, porque tal como si fuera un cantante pop o algún actor bien parecido, Noah estaba ganando su propia base de fans.

Tomaban fotos de él en la calle y filmaban vídeos, todo el tiempo, una verdadera locura.

Chris apenas había pasado tiempo con él, entre ese descontrol y Marco tomando gran parte de sus días y sus noches, no le quedaba de otra.
Su teléfono vibra con mensajes entrantes de Marco, que cuando no está con él se asegura de dar presencia mediante estos.

Desbloquea y responde que si, pronto estará en casa para el maratón de películas que planean hacer. Mira de nuevo a Noah, quién trata de sostener una charla apropiada con una más tranquila Susan, aún con ojos acuosos pero una mirada atenta.

Caleb está ocupado discutiendo con los demás presentes y él está en segundo plano, siendo silencioso y jugando con el celular entre sus manos hasta que ve a Noah desocuparse, esto pasa aproximadamente unos 20 minutos más tarde y  él está tan harto y solo quiere pasar unos pocos minutos en su compañía así que le hace una seña con la cabeza, preguntando si quiere salir de esa estrecha habitación, Noah asiente con una innegable mueca de alivio y lo sigue.

Suben a la habitación que presume ser la de Noah, tan sencilla y práctica como él, solo consistente en una cama individual y un ropero con lo necesario. Noah no es alguien excéntrico, no exigió demasiado a Caleb.

La habitación tiene una ventana ancha que da una buena vista al exterior, Chris apoya su cuerpo a la barandilla y espera a que Noah los siga.

Noah naturalmente lo hace, sin pensarlo, le sigue.

—¿Cómo te sientes?—pregunta Chris, dejando a las sombras nocturnas cubrir su rostro.

—Como la llave a un nuevo avance en la tecnología—responde Noah encogiendo sus hombros.

—¿Dónde leíste eso?—se burla Chris.

—Los titulares de hoy.

—Imagina tener un título describiéndote así, no me identifico para nada.

—Creo que están exagerándolo un poco—Noah repone con una mueca.

—¿De qué estás hablando? Por supuesto que no, tu eres jodidamente increíble, tan real y…—Chris se detiene de forma abrupta, deteniendo todas las palabras que delaten sus sentimientos y en cambio mostrado lo rojas que se pueden poner sus mejillas bajo una potente mirada azulada.

Luca B Donde viven las historias. Descúbrelo ahora