CAPÍTULO 11

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Estos días hice lo que dije. Intenté mejorar sus vidas, ya que la mía ya no tiene solución alguna. 

Alex está muy estresado y no sale de casa. Le intentó ayudar en lo que puedo. La policía no ha encontrado nada y me están empezando a tratar como una loca. 

Mi objetivo es encontrar a mis padres. Me he informado y he averiguado que puedo preguntar en los hospitales. Pero tampoco sé dónde nací. 

Ahora mismo estoy en la calle, intentando afrontar el miedo de volver a ese lugar, ¿quién dice que no me están buscando? 

Sospecho de toda la gente que anda por la calle, y no me acerco a ellos, intento no tocarles. La gente me mira bastante mal y lo comprendo. Pero ellos a mí no me comprenden. Ya sé cuál es la sensación de contar árboles, me parece interesante. Pero ahora prefiero volver a casa. Sólo doy vueltas alrededor del edificio, si no me perdería. 

Llamé al timbre, Alex me enseñó a usarlo y me parece tecnología demasiado avanzada. 

- ¿Quién es? 

- Alex, soy yo. 

- ¿Qué haces fuera? ¡Te dije que no salieras! ¡Te puede pasar cualquier cosa!

- Perdón...

Necesitaba relajarme, ahora que soy libre, no voy a estar encerrada. Ya lo estuve por 17 años. 

- Anda, sube. 

Subí al ascensor. Un ruido raro sonó. ¿Qué pasa?

Espero que esta caja no se pare, por dios. 

Y eso hizo, se paró. 

La secuestrada. (LS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora