Capitulo 7

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*Selena*

Lentamente giré sobre mis talones para ver detrás mía de quién provenía aquella voz. Y me sorprendí cuando pude comprobar que eran dos personas las que se encontraban a mis espaldas.
Ahogué un grito al ver a Devin al lado de aquel chico de aura oscura.
-Devin- dije casi en un susurro claramente asustada.
Él se mostraba igual que la última vez que le vi.
Sus colmillos ensangrentados seguían sobresaliendo de su boca,notaba cierto cansancio en sus ojos, tenía la ropa llena de un líquido rojo y varios moratones en ambos brazos.
- ¿Qué te ha pasado? -pregunte sin darme cuenta y enseguida quise no haber dicho nada.
Él no debería importarme ,no le conozco y creo recordar que hace horas él sonreía mientras yo era empujada.
★Pero también te abrazó,te salvo.★
Escuché que decía una vocecita molesta en mi interior.
-Selena yo... - se mostraba preocupado y a la vez muy sorprendido ante mi pregunta. Veía culpa en sus ojos.
¿Pero de qué exactamente?
-No -le corté distante. Y con cuidado de no caerme retrocedí un poco hasta quedar en el mismo borde donde observaba desde la altura el reflejo de la luna y el mío propio.
Él intento acercarse a mí pero aquel otro chico se lo impidió.
-Veo que os conocéis,que descortés adelantarte a mí hermanito.- dijo el fingiendo parecer enfadado.
Y esta vez quien avanzó hacia mí fue este .
Sin dudar ni un segundo me atrajo a el en un rápido movimiento.
Yo me quedé paralizada y no le aparté en ningún momento. Estaba hipnotizada contemplando esos exóticos rojos en los que me veía reflejada.
Un escalofrío recorrió mi espalda cuando sentí su cuerpo chocar con el mío. Aspiré su aroma con claro deseo.¿Porque me atraía tanto aquel ser?.
- ¿Quién eres tú?- tartamudee intentando que no notase mi nerviosismo.
Me fijé en que mi gema azul había dejado de brillar.
- Soy Damián,hijo del infierno -hizo una pausa se acercó a mi oído y me susurró - y tu peor pesadilla.- me olió descaradamente y tras hacerlo sonrió ampliamente.
Me miró a los ojos y junto nuestras dos frentes mientras me tocaba mis mejillas rosadas.
-Hueles a cielo.-me dijo deslizando su otra fría mano por todo mi brazo.
- me pregunto si sabrás igual.-
Yo me sonroje enseguida y sentí como me derretía entre sus brazos.
Él entrelazó mi mano con la suya y noté como todo mi cuerpo se erizó.
Y sin previo aviso pasó su roja lengua por mi labio inferior. Entonces se aproximó cada vez más a mis labios con la intención de probarlos.
Y no tuve el valor suficiente para separarle. Aunque de eso otra persona se encargó .
Lo siguiente que supe es que me encontraba sujetada por los brazos de Devin y Damián a varios metros de mí de rodillas en el suelo.
-¿¡Que haces idiota!? -le gritó aún sujetándome entre sus brazos.
- La pregunta es ¿Que haces tú Devin?-dijo el mientras de un salto se levantaba y caminaba tranquilo hacia nosotros como si nada.-conmigo es mejor que no te confíes,que tengamos la misma sangre no significa que no pueda acabar cuando más me plazca con tu miserable vida.- Los dos se miraron desafiantes .
Yo me separé al momento de Devin, quedando así entre ellos dos. Empezaba a querer salir de allí.
- Serás egocéntrico. ¡La ibas a besar!- gritó furioso cogiéndome fuertemente de la mano.
-D-Devin...-le llamé al sentir como hacía presión en mí.
Damián se paró a pocos metros de nosotros y con un gesto despreocupado se echó su oscura melena hacia atrás.
- ¿Y que? Siempre he querido besar a un Ángel Azul ¿Porque no hacerlo ahora antes de que la llevemos al infierno? O... ¿Te has enamorado de ella hermanito?- el río sonoramente antes la reacción de Devin que fue por primera vez ante mí mostrar debilidad y sonrojarse.
-C-Claro que no. Me da igual lo que le pase a este ser.-y bruscamente me soltó la mano e hizo que tropezarse y casi callese al suelo del impulso.
- ¿Ser? -dije enfadada .
¡Espera! ¿Hermanito? ¿Damián y Devin son hermanos?. Me quedé más sorprendida que enfadada en aquel momento mientras mi cabeza intentaba unir piezas.
- Entonces nose a que esperas, empujala ,vamos,y la enviaremos directa al infierno.- sonrió él superior.
-¿O lo hago yo?-pregunto.
Devin se tensó y no muy convencido me puso al borde de la gruta,un paso más y me iba a dar más que un chapuzón. La verdad había bastante altura de por medio.
- ¡Nadie me va a empujar! -dije intentando soltarme de su agarre. Pero el tenía demasiada fuerza.
- Lo siento Ricitos- me susurró él. Y me hizo retroceder al dar un paso más hacia mí.
En el se formó un aura grisácea que era como una neblina que me envolvía. Me empezó a faltar el aire a la vez que me resbalaba cada vez más.
¡Ayuda! Intentaba gritar.
Estaba apunto de caer al lago y perder la visión cuando un destello de luz cegó toda la gruta y los tres allí presentes perdimos la visión por segundos.
Elina salió con unas enormes alas blancas y hermosas plumas de el pequeño hueco posado en el techo desde el que salía la luz azul de la luna.
Elevada aún en el aire,se puso delante mía y en un abrir y cerrar de ojos de sus manos emitió una luz amarilla que salió disparada al pecho de Devin,que al instante me soltó.
Yo volví a recuperar el sentido y enseguida corri unos pasos mas para evitar caer.
Elina bajó entonces y se posicionó en el suelo. Sus alas entonces se encogieron al no estar en movimiento y vi reír malévolamente a Damián ante aquella escena.
- Eres un flojeras -musito para su hermano-. Mejor. Más diversión para mí.- de su espalda surgieron también unas descuidadas alas negras del mismo color de su pudrienta alma.
Literalmente creo que mi boca tocó el suelo en ese momento. Ángeles y demonios . Pensé para mí misma.
-Creia que te había dejado claras las cosas tras nuestro último enfrentamiento Devin. Pero veo que sólo marchaste como un cobarde a por ayuda.- sonrió ella.
- Se llama ser ingenioso - dijo Devin mientras se levantaba con mero esfuerzo del suelo.- Nunca vencerás a un demonio - se sacudió la camisa y caminó junto a su hermano.-Idiota-le insulto a Damián. Los dos de su mano desprendieron un raro humo negro y rojo dispuestos a lanzarlo.
- ¿Selena estás bien?-me pregunto preocupada Elina. Ahora que estaba ella me sentía más segura.
- Si -le respondí más tranquila. -¿Que está pasando?-
Pero cuando ella intentó pronunciar una palabra más un fuerte aullido se escucho del fondo del túnel por el que yo había conseguido entrar en la gruta. Elina no era la única que venía a por mí.
Pestañee un par de veces ,pero no, no estaba viendo mal. Mi madre había aparecido con Héctor allí mismo.
-Mama -susure en voz baja.
-Tenemos más compañía -dijo Damián y no espero ni un segundo para empezar a atacar hacia todos nosotros.
El hombre, Héctor, intervino y de alguna manera también se metió en la pelea intentando distraerlos.
Dios,esto era una locura,volaban destellos negros y blancos por toda la sala .
Mi madre me vio y corrió hacia mí preocupada pero cuando observó a Elina se paró en medio camino.
- ¡Elina! -grito enfadada ella.
- Oh,no -murmuro ella. Y de golpe paró de lanzar destellos hacia Devin y Damián que avanzaban hacia mí sin importarles las demás personas.
-¿¡Que se supone que haces aquí!?- le gritó mi madre a la vez que volvía a correr de nuevo poniéndose así a nuestro lado.
- Mamá yo...-le dijo Elina asustada.
-¡¿ Mama?! - grité yo confundida.
Y seguido miré a mi madre que en vez de sonreír su rostro era una línea recta. Sentí entonces que alguien se aproximaba hacia mí.
Todo pasó muy rápido, observé a todos allí. Elina y mi madre me miraban sin dar respuestas, Devin y Héctor peleaban con uñas y dientes con miradas de odio; y Damián emprendía el vuelo con sus enormes alas negras mientras clavaba sus hermosos ojos rojos en mí.
Fue entonces cuando sentí presión en el pecho , retrocedí hacia atras y así perdí el equilibrio callendo justo encima de la silueta de aquella bella luna. Pero no fue Damián quien me empujó, tampoco Elina. Sino mi madre que desde el borde me miraba caer sin hacer nada. Sentí como mi cuerpo enseguida reaccionaba al sentir el impacto,y como enseguida se impregnaba de agua. El agua estaba helada,y me empecé a sentir como aquellas personas que murieron en el Titanic. El pánico se apoderó de mí,cuando comprobé que no me podía mover allí dentro y que me faltaba el aire .
Se me empezó a nublar la vista, tenía sueño, mucho sueño.
Y lo próximo que vi fue el color negro , todo negro.









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