Corrí por el pasillo, eran las 5:00 pm, anochece temprano, el horario esta algo diferente y ya esta oscuro para las seis, Louis quería que lo acompañara con nuestra tía. —Debe estar enfurecido—dije en voz alta mientras me detenía enfrente de la puerta de nuestro apartamento.
Abrí mi bolso, busque las llaves, la puerta tenia seguro por dentro o algo parecido. —Que pasa, porque noabre—me dije a mi misma mientras giraba el manubrio de la puerta de un lado a otro con desesperación. —Estas no son mis llaves—dije en voz alta.
— ¡LOUIS! — gritaba. —De seguro está dormido, o en el baño— pensé. Grite una y otra vez hasta que perdí el aire por completo, recargue mi espalda en la puerta y me deje caer lentamente al suelo. Agache mi cabeza suavemente entre mis piernas, cerré mis ojos y suspire, estaba a punto de darme por vencida pero alce mi cabeza aun con los ojos cerrados: —Siempre me pasa esto a mí—dije. Segundos después abrí mis ojos.
Levitada a un lado por encima de la puerta se encontraba una pequeña maseta con una hermosa flor naranja en ella. —Por qué no lo pensé antes, soy una estúpida— dije recordando que la mala menoría es de familia, por eso Louis siempre escondía una llave en la maseta. Me pare de puntitas para tratar de alcanzar, adentre mi mano en la mano —¡AAAAAAAAH! — grite sacudiendo mi mano. La poca tierra que había en la maceta se había convertido en lodo. —Esto es el colmo, no puedo tener tan mala suerte—grite. No era coincidencia que a alguien se le hubiera ocurrido echarle agua a la planta, me importo muy poco, me abalance de nuevo en busca de la llave. Sentía que le estaba apoyando demasiado peso y en cualquier momento la pequeña maceta se iba a caer. Seguí y seguí escarbando. —Pero cuando vea a Louis, no se la va acabar, lo voy asesin…. Mi boca dejo de hablar al instante que sentí una pequeña bolsa de plástico. — ¡Al fin! — pensé mientras sonreí con alivio.
Me plante de nuevo firme en el suelo, tome la pequeña bolsa de plástico llena de lodo al igual que mis manos, pero en ese momento no me intereso en lo absoluto, entraría al departamento, me lavaría las manos, buscaría a Louis y lo asesinaría. Abrí rápidamente la bolsa, pero entre en desesperación al darme cuenta que lo único que había adentro era un absurdo papel y no la llave que con ansias deseaba. — ¿Por qué a mí? —dije enojada arrojando el papel hacia el suelo.
— ¡No!¡No! y ¡No! — era lo único que pensaba. —Es tan absurdo, que hago aquí, puedo ir con Niall, ni que me fuera a morir si no…. No finalice de decir solo corrí de nuevo con Niall. Me pare enfrente y toque su puerta.
—Kittie, Hola de nuevo, hace solo 5 minutos que te fuiste—
—Si lo sé es una larga nota, la llave, la planta, el lodo y la nota…—
— ¿Qué? —
—Niall—
—¿Eh? —
—La nota, no la leí—
— ¿Cual Nota?
—Como que cual… la hoja que estaba—
—Aaaah la hoja—
—Soy tan tonta, lo siento Niall, Adiós de nuevo—
—Oye tengo que decirt… Si claro no… hay… Adiós Kittie—
Fue demasiado grosero dejar a Niall a medio hablar, pero es que la nota, se han de preguntar cual nota, la que estaba en la planta, la hoja no la leí tal vez decía algo importante. En fin, corrí lo más rápido que pude de nuevo al departamento me alegre al notar que la pequeña hoja de papel seguía tirada en el suelo. Me incline al suelo, la tome, sacudí un poco, desdoble y la leí:
“No deberías de preocuparte tanto, la felicidad está más cerca de lo que piensas, solo debes seguir a tu corazón”
— ¿Qué? Ahora resulta que todos se ponen poéticos — dije riendo mientras le daba mil vueltas al papel, para ver si había algo más escrito. —No deberías…. La felicidad…. Coraz… ¿Qué significa eso? —dije frunciendo el ceño. Soy la persona menos culta en este mundo. —Pero que, este papel no dice nada, porque me preocupo…— un rayo de luz entre a lo largo del pasillo desde la ventana, eleve un poco mi mano para evitar que el los rayos del sol chocaran directamente con mis ojos, camine lentamente, la ventana no estaba muy lejos, en eso divise una pequeña “Carita feliz” pintada en la ventana.
Mire hacia todos lados, pero yo era la única en ese pasillo. —Esto ya me dio miedo— dije en voz alta. Me asome por la ventaba, el solo se escondía tras aquella lejana colina y en el pavimento de la calle se encontraba dibujado un pequeño corazón hecho con pétalos de rosas. —Dios mío, qué lindo…“escucha tu cor”…son pistas, toda la vida quise hacer esto—dije entusiasmada mientras corría hacia la calle. Me agache a contemplar eh hermoso corazón, alce la mirada y en la ventana de un auto había una flecha dibujada en una hoja de papel que señalaba hacia la izquierda, la seguí y me encontré otra flecha en un poste y asi sucesivamente hasta que el sol se escondió y el hermoso recorrido finalizo en un columpio colgado en un gran árbol.
La noche ya estaba encima de mí, me entretuve tanto siguiendo las señales que el tiempo se me paso volando. —Esto fue solo una broma, mejor me voy —pensé. Me di la media vuelta para marcharme y en eso el sonido de unas pequeñas ramas tronando se escucho. —¿Quien esta ahí?—dije dándome la vuelta. —No fue buena idea venir aquí, y menos sola—pensé. Esperaba que no fuese nada malo, inhale profundo y mantuve la calma, mire hacia todos lados, pero no se veía nadie más ahí, sentía una mirada pero no sabía de dónde venía. Me quede en ese lugar, sin moverme girando mi cabeza en todas direcciones —Si eres un asesino, mátame ahora y déjate de rodeos—dije sonando irónica. Pienso que nunca debí haber dicho eso, tal vez si sea alguien que me quiera hacer algo malo, eh escuchado varias historias de este lugar. En eso escuche de nuevo el crujir de ramas, sin pensarlo un segundo más corrí sin rumbo alguno, pero alguien corrió detrás de mi cubriendo mis ojos.
—Ahora si estoy muerta—pensé. No lo puedo creer, nunca vayas con desconocidos dice todo el mundo, nunca sigas señales en la calle. — ¡Auxilio! Alguien ayúdeme por favor— gritaba con desesperación.