Capitulo 12

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(Naila)

-Déjenme sola-no podía mirar a nadie en estos momentos, ¿porqué tuvo que venir en este preciso momento? Mis mejillas ardían y tenía unas ganas tremendas de golpear algo, pero claro estaba que en el hospital estaba prohibido hacer escándalo.

-Mi amor, debemos hablar-escuche la voz de mi madre preocupada

-Déjenme sola-mis lágrimas caían, pero estaba tapada de pies a cabeza con la sábana.

-Entiéndela amor-decía mi padre, en poco tiempo escuche que todos salían de la habitación.

No lo perdonaría, ¿porqué lo culpaba? Bueno porque no me busco, así de simple.

Vi las flores tiradas, eran realmente bonitas pero no las quería aceptar así que dije que era alérgica, probablemente digan que soy una inmadura pero no es así.

Entro el doctor junto con la enfermera

Al lo cual yo me quite las lágrimas rápidamente sin que se dieran cuenta.

-Buenas noticias, saldrás mañana-comento el doctor

-Así es-sonrió la enfermera que esta estaba preparando una inyección.

-Extiende tu brazo cariño-comenzó a poner alcohol en mi brazo y Pincho, veía que el líquido pasaba, arrugue mi nariz, dolía el líquido como pasaba.

-listo,sólo dobla el brazo-me indico mientras limpiaba la aguja.

Entraron mamá y papá.

-¿Quieres bañarte?-pregunto el doctor

Asentí rápidamente.

-Aquí te traje ropa cariño-dijo mi madre, sentándose en el sillón

-Procura no tallarte fuertemente la herida-indico el doctor mientras salía de la habitación

Me baje lentamente de la cama con la ayuda de papá, me llamaron la atención gritos y un montón de globos que solamente se veían sombras por las cortinas.

Abrieron mi puerta y eran ellos mis dos mejores amigos.

-Ahí estas!-abrió sus brazos y se dirigió hacia mi sonriendo.

-me afixias genio-susurre

-Perdóname-se retiró una pequeña lágrima-venimos a cuidar de la enferma-

-¿Esto servirá?-levanto las bolsas Micke.

Se acercó a mi y me abrazo cuidadosamente-hola pequeña-

-Hola- le devolví el saludo

-Vamos a bañarte-dijo mi madre mientras entraba al baño

-Esperaremos afuera- Lilian sacó a Micke

Después de una callada ducha me acomode en la cama y me enrolle en las suaves sábanas blancas.

-Hablaremos luego de eso.. Naila no te puedes callar toda la vida-las palabras de mi madre parecían cuchillas

Pero decía toda la verdad, no me puedo mantener callada toda la eternidad.

Durante todo el día estuve con mis 2 mejores amigos, reímos, vimos películas y jugamos video juegos.

Me hacían falta.

(Chaz)

Marque los números que me había aprendido de memoria gracias a Drake.

Escuche que contestaron.. Pero no lo deje hablar

-Escucha Maldito.. Te encontrare y te quítate todas las neuronas que me faltan de matarte-no podía dejar de pensar en otra cosa

Me recargue en la pared y saque un cigarro, no fumaba pero no pensaba, yo sólo quería venganza.

-Tran...-interrumpí- No hables escucha, nos veremos en cerca de la cabaña a las 8:30 pm no lleves a nadie-colgué

Encendí el carro y fui directo hacia casa, necesitaba pensar con claridad porque el enojo no me dejaba.

Entré a casa y ahí estaba mi padre, me extraño porque nunca le veía en la casa, siempre en el trabajo y me odiaba porque era bisexual, pero era cierto, así era yo.

¿Porqué era bisexual?

En secundaria tuve un novio, mi mejor amigo que al poco tiempo falleció o más bien se suicidó porque nadie le quería, yo si pero no me hacia caso. Hasta qué un día no volvió a respirar en este mundo, mi primer beso fue con el, después comencé a ligarme a niñas en los antros o cuando podía, la mayoría se alejaba de mi por mi cabello otras les llamaba la atención, afuera del instituto era distinto.

Gracias a las clases obligatorias de mis padres de ir a piano y al violín, eh conquistado a muchas, pero ese no era el punto, otra cosa de que mi padre odiaba era que no me interesaba la industria y contabilidad, prefería la pintura y la música.

Prácticamente nadie me entendía.

Y Gabriel me odiaba porque...

Pues porque el era el hermano de mi mejor amigo.

Llego la noche y salí de nuevo.

El bosque parecía tenebroso y lo único que lo iluminaba era la cabaña, entonces supe que ahí estaba Gabriel.

-Vaya, ha llegado el raro-aplaudió Gabriel sonriendo cínicamente

-Y parece que aquí tenemos a un imbécil-sonreí

-¿Qué es lo que quieres?-se cruzó de brazos

Hacia frío, la cabaña hacia iluminar pocos metros, pero ese no era el problema yo necesitaba dejarle bien en claro que no la volviera a tocar.

el sonido de los animales, estremecía.

-Que no la vuelvas a tocar en tu puta vida y que hoy te dejare en claro que nos dejes en paz-me acerque más a el.

-Tu empezaste-río

-¿yo?-me retire

-Si, tu, ese día el día en que lo mataste-

-Yo no lo mate imbecil-

-¿Porqué andas con ella? A ti te gustan los hombres-

-Eso no te incumbe-

-Cierto, pobre de ella ojalá supiera que no la quieres que sólo la utilizas, para olvidarte de el-

-No me conoces-

-¿no? Si claro-

-Es de tu hermano del que estamos hablando-

-Ni siquiera es mi hermano, jamás lo fue-

-¿Porqué no sales del closet? ¿Miedo?

Te eh visto besarte con Jackson-

-¡Cállate! Tu no sabes nada-su puño me golpeó la barbilla

-Hijo de p**ta- me abalance sobre el

Lo pâté varias veces, el odio y la adrenalina me recorría por todo el cuerpo.

El chico del cabello AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora