Capítulo 19: El retorno de Nabucodonosor.

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A Rodrigo le comenzaron a temblar los pies, la habitación, el corazón de Lanne, era helado, Stuart parecía decidió a sacarle la verdad a Lanne a cualquier costo, además de que en aquella habitación se encontraba "vacía", algo que Rodrigo sabía que no era del todo cierto.

— ¿Quieres saber la verdad?

—Demonios, admítelo, admite que yo tuve la culpa de lo que ocurrió en el 98, sé que me querías matar, los idiotas de ahí me dijeron que en las pruebas yo saldría inocente, pero tu cambiaste tu decisión, querías matarme.

Lanne con un tono muy amable pregunto:

—Rodrigo, ¿Le mencionaste algo de este lugar a Stuart?

Rodrigo comenzó a sudar en frio, Stuart no sabía que Rodrigo ya había estado ahí y en ese momento saco su Magnum y apunto a Rodrigo.

— ¿Así que ya habías estado aquí?, debí imaginarlo, por algo querías restaurar la energía, querías que tu amiguita de chatarra se recupera.

Rodrigo trago saliva, no sabía que decir, pues de algún modo consideraba a Lanne una amiga, pero aquellas palabras no lo dejaban muy bien parado.

—Stuart, creo que la situación se está saliendo de control, si ya había estado aquí antes, pero...

—Pero nada, me has traicionado, ¿Qué más le has contado a Lanne?

—Nada, yo no le conté nada de tus locos planes, te respeto, tranquilízate.

—Stuart, ¿Podrías entregarme la tarjeta de Violeta?— dijo Lanne en un tono agresivo.

— ¿También le dijiste lo de la tarjeta de Violeta?

Rodrigo no sabía ni que decir, no sabía que estaba pasando, el ambiente se ponía más tenso, y en eso saco la pistola que había tomado y apunto a Stuart.

—Stuart, no quiero hacer esto, baja tus armas.

—No me vengas con eso, no finjas que tienes una idea de cómo se utiliza un arma.

—Hablo enserio Stuart, yo no le dije nada a Lanne y si no te dije de este lugar es porque le prometí a ella que no lo haría.

— ¿Le haces promesas a esta cosa?

Nuevamente Lanne modero su tono de voz a uno pedante.

—Tiene razón Stuart, él no me dijo nada, eres tan idiota que no supiste ni cuando me di cuenta que tenías la tarjeta de violeta, lo supe desde el primer momento que la usaste.

La confusión de Stuart ante su desconocimiento del funcionamiento de Lanne lo dejo en blanco.

—Veo que eres más idiota de lo que pensé, siempre supe en dónde has estado y donde has ido, el problema que los traidores dañaron a la inútil de mi hermana, el tan vanagloriado sistema de seguridad, es por eso que tienes acceso a todo lo que esa tarjeta te permita, como estar en este lugar.

—Ahora voy contigo maldito traidor, Lanne si tanto querías matarme en el 98 y viste una oportunidad aquí, ¿Por qué no lo hiciste antes?—dijo Stuart en tono agresivo, bajo el tono a uno infantil. — ¿Acaso la chatarra tenía que pedir permiso a su papi Willmore?

—Stuart, Lanne, esto se está saliendo de control, no están llegando a nada.

Ambos ignoraron a Rodrigo, Lanne volvió a modular su tono a uno seco y cortante.

—No tengo ni la menor idea de a qué diablos te refieres con tu estupidez del 98.

A Stuart le hervía la sangre de coraje.

Los Reyes De La IslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora