Conociendo un nuevo lugar.

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Percy Jackson no me pertenece, pertenece al escritor talentoso Rick Riordan.

Todo empezó cuando Quirón me dijo que tenía que ir al país de México, era una orden directa de los dioses y la verdad no pude negarme, hasta mi padre habló conmigo y al final me convenció, me despedí de Annabeth y amigos y me puse en marcha.

Hasta ahora todo iba normal aunque aún no sabía que era lo que tenía que encontrar, estaba cerca de un pueblo, así que también estaba rodeado de montañas, no me había topado con muchos monstruos hasta llegar la noche, miles de animalitos pequeños sonaban alrededor como grillos, chapulines, también vislumbraba algunas luciérnagas y fue cuando sucedió algo increíble.
Estaba mirando las estrellas que brillaban desde el cielo, de pronto, sentí una extraña energía, ¿qué es lo que era eso?, sentí que algo había chocado en el aire, nadie más lo notaba, bueno ahora que observaba mejor, algunos mortales si percibían algo, decidí seguir aquella extraña energía, caminé por los árboles y cafetales tratando de hacer el menor ruido posible, lo cual me fue imposible, al final salí en un pequeño claro y ahí estaban dos hombres, ambos estaban vestidos con plumas y piedras preciosas al estilo de los mortales que vivían antes aquí, Annabeth se había encargado de darme algo de información antes de venir, me acerqué despacio a aquellos hombres, uno irradiaba un poder como a calor del sol, parecía ser menor que el otro quien irradiaba un aura de frío pero no tanto y parecía ser mayor, ellos me miraban fijamente y entonces el primero sonrió.

"Eres un semidiós griego" me dijo acercándose "Zeus me avisó que vendrías"

Yo estaba sin habla y muy sorprendido.

"Mmm...bueno" traté de hablar bien "así es, soy Percy Jackson, hijo de Poseidon, ¿quiénes son ustedes?"

"Mi nombre es Chichiní" respondió el primero "soy el dios del sol"

"Y yo soy Papa', dios de la luna " dijo el que parecía mayor.

No sabía como actuar ante estos nuevos dioses, ¿arrodillarme?, ¿inclinarme?, ¿darles la mano?, simplemente no sabía que hacer, pero por suerte, no tuve que hacer nada.

"Siéntate" me dijo el dios Chichiní.

Ellos también se sentaron con las piernas cruzadas al estilo de meditación.

"Entonces vienes a apoyarnos" me dijo Papa'.

"Mmm...eso creo" dije yo inseguro.

"Espero que si" dijo Chichiní "ya que aquí hemos tenido algunos disturbios y ustedes tienen algo que ver con ellos"

"¿Algo que ver con nosotros?" pregunté sorprendido.

"Por las guerras que han tenido" respondió Papa'.

"Por eso quisimos que alguien de allá viniera" explicó Chichiní "espero que no te moleste"

"Bueno no tengo opción" dije encogiéndome de hombros.

"Entonces supongo que estas listo para nuevas aventuras, conocer nuevos seres, dioses y peligros" me dijo sonriendo Papa'.

Yo quería responder que no, que todo lo que quería era un poco de descanso pero no tenía opción y aparte, me habían dicho que ellos podían hacernos a Annabeth, Nico y a mi un remedio para los sueños aterradores del tártaro que solíamos tener.

"Por cierto" les dije "¿De qué cultura son ustedes?, ya saben que yo soy griego"

"Nosotros tenemos muchos nombres aquí" respondió Chichiní "las culturas solían tener los mismos dioses con diferentes nombres"

"Pero ahora como estamos somos de la cultura Tutunaku" dijo Papa' "ahora estamos en región totonacapan y aquí nos vamos a quedar"

"Ahh, Genial" dije sorprendido "mi novia Annabeth me dio algunas lecciones antes de venir, encontró poco sobre esta cultura y me dijo que antes tenían dioses como Tláloc o Quetzalcoatl"

Papa' puso una expresión un poco triste pero inmediatamente después sonrió.

"No muchos la conocen bien" me dijo "creo que se debe a que todas las historias y demás relatos son pasadas de generación en generación de forma oral, son pocos los escritos sobre nosotros"

"Ahh, eso lo explica" respondí.

"Pero bueno" dijo Chichiní parándose "hora de irnos, toma nuestra mano Perseus Jackson y te llevaremos a donde te quedarás"

Papa' y yo nos levantamos también y les di mi mano, inmediatamente después desaparecimos en un mezcla de sensación de frío y calor, de color naranja y plateado, una nueva aventura había comenzado en un nuevo lugar.

Una misión con dioses mesoamericanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora