Aktsini

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Percy Jackson no me pertenece, pertenece al escritor talentoso Rick Riordan.

En mis sueños me vi a Annabeth y a mí en el tártaro siendo atacados por los monstruos, el aire era azufre, nos estábamos cansando y justo cuando empezamos a caer exhaustos,  veíamos una sombra gigante, frente a nosotros estaba el mismísimo tártaro en persona, estaba sonriendo alegremente mientras nosotros dos caíamos devastados, tártaro blandió su arma y justo cuando iba a acabar con nosotros, desperté con un sobresalto, respiraba agitadamente.

Odiaba ese tipo de sueños pero no teníamos otro remedio más que soportarlo, era una de las razones por la que había venido aquí, ellos nos ayudarían con eso.

"Tranquilo" dijo una suave voz "fue solo una pesadilla, todo estará bien"

Me levanté y me dirigí a la cocina, sentada en un banco estaba una mujer de cabello café, tenía una blusa bordada y una falda blanca larga.

"Humm, buenos días" saludé mientras me acercaba más.

Ella volteó una verme con una sonrisa.

"Buenas noches" respondió.

"¿Aún es de noche?" pregunté.

"Así es" respondió mientras servía algo en un pequeño jarro "falta para que amanezca"

"Ahh" dije.

No sabia que decir, yo estaba dormido hace poco teniendo una pesadilla y cuando despierto hay una chica, me empecé a preguntar si esto de entrar a un lugar así como así era normal aquí o si era alguien quien quería mi vida, decidir salir de la duda.

"¿Puedo preguntarle algo?" le dije

"Por supuesto" dijo mientras trataba de enfriar la bebida que tenía en sus manos.

"Si aún es de noche, entonces ... ¿qué haces aquí?" pregunté confundido "¿y quién eres?"

"Disculpa por no presentarme" me dijo apenada "mi nombre es Xanat, soy la diosa de las flores, mi padre es Kiwikgolo"

"Ahh, un gusto conocerte" respondí inclinando la cabeza.

"Papa' dijo que tenías problemas para dormir "explicó la diosa, me ofreció la taza de barro", debes tomarlo para que pases bien la noche"

"¿Qué es?" pregunté.

"Un té que te ayudará"

El té estaba tibio, no tenía nada que perder, salvo que estuviera envenenado, pero aun así me lo tomé, sabía bien.

"Ahora es mejor que vayas a acostarte de nuevo"

El sueño vino otra vez a mi y bostece.

"Claro" dije "gracias"

Me fui a mi cama y me dormí como nunca lo había hecho hace tiempo, sin pesadillas ni extraños sueños, simplemente todo era paz y tranquilidad.

Cuando desperté me sentía relajado y bien descansado, bostecé.

"Ojala todas las noches fueran así" me dije.

Me levanté, doble las cobijas y fui a sentarme en un banquito, ya no estaba la diosa pero vi cerca del fuego una taza como la de antes, la tomé y vi que tenia una especie de bebida, era de color café, Annabeth me había dicho que aquí era normal tomar café, supuse que seria eso, también vi un pan que estaba sobre la pequeña mesa que estaba en frente, era un bolillo, tomé mi café y mi pan para salir de la casa, la diosa estaba afuera, era la misma que había conocido anoche.

"Buenos días" saludé.

"Buenos días" respondió con una sonrisa, ella estaba arreglando unas plantas.
"Supongo que te gusta la jardinería "le dije.

Una misión con dioses mesoamericanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora