Capítulo 1

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Nota: Dragón Ball y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a Akira Toriyama.

Gohan estaba asustado. Veía a aquel tipo que supuestamente era su "tío", digo supuestamente porque, sinceramente, ¿quién vería como su tío a la persona que literalmente lo secuestro?

Miro por la ventanilla de la nave, observando como se alejaban cada vez mas de la Tierra. De su hogar. De su planeta.

Sabia, por lo que había escuchado, que su padre no era un humano, y que en el había sangre de la misma raza que la de su padre y su tío, sin embargo también tenia sangre humana, proveniente de su madre. Puede que no fuera el cien por ciento humano, pero se consideraba uno, y eso era algo que nadie le iba a quitar.

Sintió como la nave se movía bruscamente, señalando que habían aterrizado.

Raditz salio y, confundido, miro a su alrededor. Sin previo aviso, algo salio disparado hacia donde se encontraba su corazón, atravesándolo. Su cuerpo se desplomó en el suelo, mientras sangre salia como una cascada de la herida recién hecha.

Gohan, asustado, empezó a temblar mientras veía el cuerpo sin vida de su "tío".

Escucho pasos acercándose, lo que hizo que pequeñas lágrimas aparecieran en sus ojos, mientras pensaba lo peor.

-Puedes salir de ahí, no te are nada.- escucho una voz femenina afuera de la nave.

Pensaba en que elegir; si salia, podía ser una trampa, pero tampoco es que cambiará algo el hecho de quedarse ahí dentro.

Tomando una gran bocanada de aire y armándose de valor, salio.

Logre ver a una mujer, claramente mas grande que el. Tenia un gi parecido al de su padre, solo que este era purpura en ves de naranja, y rojo en vez de azul. Tenia una especie de bufanda delgada cubriendo su boca. Su apariencia era igual a la de un humano.

Ella comenzó a caminar hacia Gohan, quien solo daba pasos torpes hacia atrás.

-Tranquilo- dijo la mujer, bajo su bufanda, dejándola en su cuello -, no vengo a hacerte daño.- la mujer se inco, quedando de cunclillas.

-¿Quién eres?- pregunto nervioso gohan.

-Mi nombre es Lia- dijo con simpleza. Giro su cabeza, posando su vista en el cuerpo sin vida del otro saiyajin -El era tu tío, ¿cierto?- esa pregunta tomo de imprevisto a Gohan.

El solo se limito a asentir.

-Pero- agrego -, el no era una buena persona.-

-Si, lo se. Su ki era maligno.- dejo de ver a aquel cadáver, para luego empezar a cavar con sus manos en el suelo.

-¿Qué haces?- pregunto Gohan confundido. Ya le había tomado cierta confianza a ella.

-Toda persona, buena o mala, merece un entierro digno.- contestó aun cavando con sus manos en la tierra.

Cuando termino de cavar un hoyo lo suficientemente grande como para meter el cuerpo sin vida del saiyajin, tomo el cuerpo con cuidado y lo medio ahí dentro, para luego echar la tierra sobrante encima de este. Una vez termino, se levantó y sacudió sus manos.

-¿De donde vienes, niño?-

-Vengo de la Tierra.- dijo Gohan moviendo de forma inquieta su cola de mono.

-¿La Tierra?- pregunto algo sorprendida. -Pensé que terminaría extinta a causa de tu padre, pero al parecer el no es igual que tu tío.- dijo llevando una de sus manos a su barbilla, cerrando sus ojos. Luego de un rato los abrió.

Gohan estaba confundido. No entendía nada, y estaba rompiendo la regla de su madre de no hablar con extraños.

-Dudo mucho que puedas volver por ahora a tu planeta natal.- esa respuesta no se la esperaba.

Gohan miro hacia otro lado, sin responder.

-¿Y ahora por qué no hablas?-

-Mi madre me dijo que no hablara con extraños...- dijo casi en un susurro.

Ella se hecho a reír. Cuando vio la cara de confusión del niño, dejo de reír para luego sonreír de lado.

-Tus padres, cuando tu naciste, no eran mas que simples extraños. Los amigos de ellos, no eran mas que simples extraños- explico cruzándose de brazos. -. Todo es extraño o desconocido hasta que uno se atreve a conocerlo.-

Gohan lo penso. En ese sentido, tenia razon; todo para una persona era extraño o desconocido hasta que lo conocía.

-¿Por qué no puedo volver a casa?- pregunto, mirándola con ojos suplicantes.

-Esta nave- señalo la nave en la que Gohan estaba minutos antes -, no tiene combustible, en segunda, las naves de aquí no llegan muy lejos de este planeta, y en tercera, la nave esta demasiado dañada como para llegar a un planeta de una sola pieza.- explico enumerando con los dedos cada cosa.

Gohan miro hacia el espacio. Se podían observar las estrellas y el cielo oscuro.

Lia noto su mirada de tristeza.

-Pero- Gohan volteo a verla -, aun existe la posibilidad de conseguir el combustible necesario para esta cosa- dijo mientras se acercaba a la nave y caminaba al rededor de ella, inspeccionandola. -. Podría arreglar yo la nave, claro, si consigo las piezas que necesito.- poso su mano en su barbilla y cerro los ojos mientras pensaba. -Podría tardar años en encontrar el combustible necesario para la nave, pero es mejor que nunca volver a casa, ¿cierto?- volteo a mirar a Gohan.

El la miro, luego miro la nave, y luego su vista se poso en el cielo. No importaba cuanto tiempo le llevará, regresaría a casa.

Su vista de nuevo se poso en Lia, y al instante capto el mensaje. Sonrió de lado.

-Bien, comenzaremos con esto mañana- dijo mientras caminaba hacia Gohan. -. Debes estar cansado.- añadió mientras veía a Gohan bostezar.

Tomo a Gohan y lo cargo, y este se acurruco en sus brazos mientras se quedaba dormido.

Lia avanzo y se adentro en el bosque, y luego de un rato llego a la ciudad. No habían demasiadas personas caminando por ahí, y las pocas que habían no le prestaban atención en absoluto. Todas las personas llevaban ropa parecida a la de los namekianos, solo que esta cambiaba su color dependiendo el nivel de fuerza de la persona.
Blanco; débil.
Azul; intermedio.
Negro; fuerte.
Todos acataban esa regla de la ropa, excepto Lia. Ya que ella era diferente a ellos, y no solo por el color de piel, pues ellos tenían la piel de color azul.

En pocos minutos, llego a su casa. Tuvo que ir volando o sino se tardaría mucho mas.

Su casa estaba alejada de las demás, muy cerca de otro bosque, al cual muchos le tenían por las bestias que vivían en este.

Entró en la casa, que era redonda y algo grande. Abrió con algo de dificultad una de las puertas de las habitaciones. Cuando logro abrir la puerta, se adentro en esta y deja Gohan en lo que parecía ser una cama, solo que esta era ovalada, como un huevo partido a la mitad. Tapo a Gohan con una manta y salio de ahí, con sumo cuidado de no hacer mucho ruido y que el niño se terminará despertando.

Ya afuera, camino hacia otra puerta. Abrió esta y al instante la luz se encendió, dejando ver una especia de estudio o taller. Había papeles por todas partes y lo que parecía ser una computadora mas avanzada arriba de un gran escritorio.

Cerro la puerta a sus espaldas, para luego caminar hacia la pared que estaba a la derecha de la puerta. Puso su mano encima de esta, y al instante esta se movió, dejando ver un par de batas blancas, herramientas y un montón de libros sobre mecánica, ingeniería y robótica. Tomo una de las batas y se la puso.

A pesar de haber conocido ese mismo día a ese niño, y de no conocer siquiera su nombre, sabia que tenia un corazón puro y, sea como sea, le ayudaría a regresar con su familia.

Cambio en la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora