Uno. Dos. Tres toquidos y espero a que abran la puerta de la habitación.
Finalmente, Rhiannon es quien abre. La cubre una camisa sin mangas y ¿Como no? Está usando unos pantalones de yoga.
—¿Puedo pasar? —Pregunto ladeando una sonrisa.
—Depende ¿Vas a romper mi ropa otra vez? —Juega usando su cuerpo para evitarme el paso. —A este paso me vas a deber todo un guardarropa.
—Nos evitaríamos muchos problemas si guardaras los pantalones de yoga. —Cuando se aparta entro a la habitación y evito ver más abajo de sus ojos.
—¿Qué hay en la caja? —Señala la caja que sujeto y una sonrisa se me escapa. Ella lo nota. —¿Son pantalones de yoga? Porque este es el último par que me queda.
—Es algo mejor que los pantalones de yoga. —Nada puede ser mejor que esos trozos de tela casi transparente, pero me causan demasiados "problemas". —¿Recuerdas que me dijiste hace un tiempo que nunca habías usado zapatos de quinientos dólares?
—Parece que fue hace mucho. —Contesta balanceándose en las puntas de sus pies, amo ese gesto, es algo adorable. —Mis zapatos cuestan un máximo de quince dólares ¿Qué hay con eso?
—Y te gusta comparar tu vida con la de Cenicienta. —Asiente ladeando la cabeza. —En tu historia me gustaría ser el príncipe esta noche, pero por ahora seré tu hada madrina. —Bromeo después de asegurarme de que Hope no se encuentra cerca, me molestaría toda la eternidad por decir eso.
—Hablas en clave. —Entrelaza los pequeños dedos de sus lindas manos en el frente mientras se balancea. —¿Qué pasa?
—Hoy vas a usar zapatos de 3.000 dólares. —Finalmente abro la caja y saco de ella uno de los zapatos. Rhiann ahoga un grito y se acerca para tomarlo.
—¿Son de verdad? —Pregunta impresionada viendo el zapato. —No es posible, son...
—Zapatillas de cristal. —Completó por ella. —Solo están cubiertas de cristal, así que las puedes usar sin problema, solo no pises muy fuerte o se romperán, por lo menos eso dijo el fabricante.
—No puedo. —Trata de poner el zapato de vuelta en la caja, pero no se lo permito. —Elijah, son 3.000 dólares.
—El dinero no es problema. —Me acerco y apoyo mi frente en la suya. —Solo son 3.000 dólares.
—Mi casa cuesta 3.000 dólares.
—Sabes que fui yo quien investigó los papeles de tus propiedades ¿No? Sé cuánto vale tu casa. —Suspira, eso significa que está a punto de aceptar. —Has vivido la parte dura de la historia de cenicienta, ¿Por qué no vives la buena?
—¿Hablas de pasar la noche con el príncipe encantador? —Acomoda un poco su rostro y sus labios casi tocan los míos. —¿Solo tenemos hasta la media noche?
—Tenemos todo el tiempo que tú quieras. —Hoy estoy dispuesto a ser su esclavo, hacer todo lo que me pida.
—Me gusta la idea. —Sonríe apartándose, pero toma la caja de mis manos. —Nos vemos en un par de horas.
Se sienta en la cama de Hope, saca los zapatos de la caja y los deja en el suelo mientras se quita los que lleva puestos. Viéndola a los ojos me acerco y me hinco en una rodilla tomando uno de los zapatos con una mano y con la otra sujeto su pie.
Dejo un beso en la planta del pie justo antes de colocarle la zapatilla. Sonrío al ver cómo le queda.
—Perfecto ajuste. —Le queda de forma perfecta y la transparencia del cristal contrasta con su piel pálida.
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Por Un Mensaje {Elijah Mikaelson}
FanficRECEIVED MESSAGE: Libro 1 El ser humano. Científicamente se dice que el hombre está obligado a ser una criatura sociable, que debe fraternizar con sus iguales ya sea solo por obtener sustento o por deseos carnales, entre otras necesidades. Algunos t...