Corazón De Hielo [Nathloé]

3.

Nathaniel.

Las cosas no salieron bien.

Cuando llegue al salón iban por la tercera clase, me perdí de un importantísimo proyecto.

La profesora me asignó a un grupo y todavía no se con quien era.

Genial. Simplemente genial.

Justo cuando entraba a la clase todos estaban ocupados en sus asuntos, así que deje al gatito junto a mi e intente tomar el ritmo de mis compañeros.

Todo iba super bien, nos tocaba Literatura y estábamos repasando un texto. Me tocaba leer a mi y ahí empezó para mi desgracia, el inicio del caos.

-Anoche cuando dormía. Soñé ¡bendita ilusión! que una fontana fluía, dentro de mi corazón -alzé la voz e intenté no mirar a nadie, esto era vergonzoso -. Di, ¿por qué acequia escondida. Agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida de donde nunca bebí?

El texto inesperadamente hablaba sobre las abejas. ¿Ironía, suerte o coincidencia? No lo sé, pero no dejaba de pensar en Chloé cuando hablaba.

-Anoche cuando dormía,soñé. ¡bendita ilusión! que una colmena tenía,dentro de mi corazón; y las doradas abejas, iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel.

Dulce, dulce, igual que mi abejita. Sin querer solté un suspiro y creo que algunos se me quedaron mirando raro. ¡Rayos!

Estaba comenzando el tercer párrafo cuando se escuchó.

-Miau... Miau.

Oh oh...

-¿Qué fue eso? -preguntó la profesora, todos estaban callados y yo ya iba por la cuarta plegaria hacia el chamán para que el gatito se callara.

-Miau... Miau... Miau -la caja se estaba moviendo y cuando nadie se dio cuenta, puse la mano para que se estuviera quieta.

-Les acabo de hacer una pregunta, todos saben que los animales están estrictamente prohibidos en el instituto, el que tenga a uno dentro será expulsado inmediatamente por el tiempo de tres días.

Joder, ya me podía dar por muerto.

Vamos Nath, piensa en algo.

-S-señorita, e-es mi teléfono, mi ring tone es de gatos, p-porque me ¿gustan?

¿Se dieron cuenta de que soy un asco mintiendo? Sí. Bien.

Todos me estaban viendo con una sonrisa burlona en los labios, creo que todos notaron la pésima mentira.

-Señor Kurtzberg, por favor apague su teléfono. Estamos en horario de clases y es una distracción para todos -asentí rápidamente bajo el escrutinio de la mujer y fingí apagar mi celular.

Cuando esta estaba por dejar el tema, se fijó en mi caja que levemente se movió.

-¿Que tiene ahí señor Kurtzberg? -apuntó a mi derecha.

-He... Esq-que estoy v-vendiendo rosquillas, p-porque rompí algo en una tienda... -mi voz bajaba a cada palabra.

Tierra trágame.

-Bien, prosiga con la lectura señor Nathaniel.

-Anoche cuando dormía. Soñé, ¡bendita ilusión! Que un ardiente sol lucía, dentro de mi corazón...

Después de eso, la clase terminó y apenas la profesora salió de la sala, todos se me arremolinaron encima.

-¿Qué tienes ahí?