CONTINUACIÓN

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*NARRA DEAN.*

Bajé del auto, había llegado a la empresa, fui al ascensor y apreté el botón del décimo sexto piso en dónde se encontraba la sala de juntas de Drac.

Las puertas del ascensor se abrieron e inmediatamente después una mujer rubia, de pechos grandes y labios carmesí apareció frente a mí.

-Señor Black por aquí por favor – asentí mientras la señorita me guiaba. Debo admitir que Drac sabe elegir a su personal.

– Adelante señor, lo están esperando.

-Bien, gracias .

Apenas puse un pie dentro del despacho pude notar lo amplio que era, llena de libros y no olvidemos el moderno escritorio junto con la brillante sonrisa del idiota de Drac Allen, no pensé que alguien pudiera tener tanta cara de idiota pero al verlo, me retracto.

-Señor Black ¡vamos! tome asiento - señaló con la mano el asiento vacío frente a él.
-Señor Allen, le ruego vayamos directo al punto por que tengo cosas pendientes esperándome.

-Entonces iré al grano, Dean como usted es dueño del 89% del mercado en el bajo mundo ¿qué le parece quedarse con el 70%?  y deja lo demás en mis manos, claro que no espero que sólo me lo dé de buena voluntad a cambio le daré la compañía Murray, bueno aún conserva el nombre pero todos sabemos que es mía y también sé que está interesado en los negocios más… legales y pienso que es una gran oferta ¿que me dice?.

Sonrío triunfante como si no pudiera negarme a su oferta lo cual era tentadora pero no del todo; por darle el poder del 30% para hacer negocios lo que ofrecía a cambio era muy pobre.

-No esperara que sólo me conformé con la compañía Murray o sí ¿ acaso quiere hacerme enfadar?.

-No sea tan condescendiente conmigo Dean, tengo igual o incluso más poder que usted ¿por qué no acepta mi oferta?.
Me levanté de mi asiento y me dirigí a la puerta - Llámame cuando tengas una verdadera oferta Drac.

-Oh, te lo aseguro no seré yo el que llame.

Menudo idiota mira que hacerme perder el tiempo de esa forma.

(…)
Llegué hasta mi casa situada a las afueras de la ciudad, joder sí que estaba cansado y por el bien de todos es mejor que no hayan hecho nada estúpido en mi ausencia.
Bajé del auto aflojando mi corbata y desprendiéndome un botón.

-Dean ¿qué tal todo? -Preguntó Dorian .

-Una pérdida de tiempo.

-Bieeeeeen vale estás de mal humor pero… la gatita salvaje está esperándote desde hace tiempo -maldición no pude evitar sonreír al escuchar eso, aún podía recordar lo tenaz que era.

-¿Está en mi cuarto?.

-Claro.

Me apresure a entrar a casa, subí las escaleras y fui directo a la última puerta del pasillo derecho, giré la perilla y abrí la puerta, ella estaba acostada en mi cama inconsciente, debió haberle dado problemas a mis chicos por eso tuvieron que drogarla,  lo cual supuse ya que no creo que duerma tan plácidamente en la cama de un extraño.

Mire su rostro, tan fiera que parecía y ahora era como un ángel.

-¿Qué?  - me dije a mi mismo al pensar eso de una mujer ¿acaso estoy perdiendo la cordura? Yo Dean Black pensando que una mujer se ve endemoniadamente tierna durmiendo no es para nada normal.

La miré de nuevo, tenía unos labios maravillosos, oh cariño, pasé mis dedos por ellos luego aparte un mechón de cabello fue ahí que un impulso de besarla dulcemente se apoderó de mí -Supongo que éste es mi límite contigo, debo estar enloqueciendo pero …aceptaré esta locura causada por ti mi pequeño ángel - tomé su rostro en mis manos, era suave, una piel tan suave como ningún otro,me acerqué lentamente a sus labios, mi corazón latía acelerado, vaya que hoy si perdí la cordura.

-Dean hermano tienes que…ve… emmm- ese fue Dewey interrumpiéndome, lo mire molesto -yo… en verdad lo siento pero en serio debes venir.

-Vale -suspiré, miré hacia la bella durmiente en mi cama, se empezaba a despertar y más vale apurarme y volver con ella. – ahhhh demonios ¿ y ahora qué? .


*Narra Leah *

Me metieron a un auto negro, polarizado con dos chicos mastodontes Dios ¿en qué nos hemos metido Raizel? eso es lo que gano por ir y hacerme la súper heroína, voy a morir ¿voy a morir cierto?.

-Oigan ¿dónde me llevan? ¿dónde está mi amiga? ¿van a matarme cierto? Al menos pueden dejar ir a Raizel, ustedes saben que lleva no hizo nada- los dos chicos se miraron uno al otro y uno de ellos empezó a reír. 

-¡Ay nena! Nadie va a matar a nadie- hizo una pausa- o eso creo .

- Si querías tranquilizarla creo que no lo lograste- suspiró el segundo chico – bien mi nombre es Dewey, el Dorian- señaló al chico sentado a su lado- ¿cuál es el tuyo? – me estaban diciendo sus nombres porque, claro, voy a morir así que no podré denunciarlos, ¿qué más da no?.

-¿Acaso importa? Van a matarme.

-Que no, ok no lo sé pero estoy casi seguro que no vamos a matarte- si... definitivamente voy a morir, estoy segura.

(…)
Me quedé callada todo el camino hasta llegar a una enorme mansión, bueno al menos moriría en un lugar bonito.

-Llegamos señorita, este será su hogar a partir de hoy- ¿hogar? ¿me enterarán aquí? - es hora de bajar. 

-¿Hogar? ¿A qué te refieres con eso?.

- El jefe pidió que te trajéramos aquí, supongo que serás su nueva amante.

-¿Qué? ¿cómo que amante? Ustedes están locos si piensan que yo voy a bajar.

-¡Vamos baja ya! -subió un poco la voz.

-Ni loca voy con ustedes. 

Los chicos se miraron entre sí y me agarraron los brazos, entonces empecé a dar patadas y moverme lo más que podía.

-¡Auch! Oye cálmate ¿quieres morir?. -gruñó.

-Prefiero eso a que me pongan un dedo encima  ¡suéltenme bastardos!- alcancé a patear a uno y al otro lo golpea con mi puño pero de nada sirvió.

-Bien si quieres hacerlo por las malas entonces así será.

Sacó un frasco y un pañuelo,esto lo vi muchas veces en las película sé que querían dormirme y no se los permitiría, con todas mis fuerzas me zarandee y logré escapar del agarre de Dorian, aproveché esa pequeña buena suerte y corrí lo más deprisa que pude, pero al cabo de nada me agarraron de nuevo, después de eso todo se oscureció.

*Nota*
HOLA A TODOS Y TODAS HA PASADO UN BUEN TIEMPO ¿CIERTO? HE ESTADO EN VERDAD OCUPADA POR LOS EXÁMENES DE LA UNIVERSIDAD Y EL TRABAJO POR LO QUE A PARTIR DE AHORA LES TRAERÉ NUEVOS CAPÍTULOS TODOS LOS DOMINGOS.

UN BESO ENORME .
LAU


Blood and TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora