CONTINUACIÓN

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-Leah llevo el móvil así que cualquier cosa que pase, me llamas vale.

-Si mami, no te preocupes yo tengo trabajo en una hora así que tranquila.

-Bueno, nos vamos mi amor cuídate - mi madre esbozó una sonrisa enorme y hermosa.

-Nos vemos hija- se despedía mi padre desde la camioneta.

-Te quiero mucho ma, adiós pa.

Vi cómo se alejaban, iban al súper a comprar cosas y yo me encargaría de cerrar la casa e ir a trabajar.

-¡No!- me dije- no vayan- agarré el móvil, marqué el número de mi madre ,nada , luego el de mi padre, nada -no, no, no, no por favor que no sea demasiado tarde- intente de nuevo pero era inútil -¡mamá, papá no vayan por favor vuelvan! NOOOO.

Desperté sudando y con el corazón a mil - fue un sueño ¡cálmate! un sueño, fue un sueño - mire alrededor, estaba en una habitación bastante grande, no me fijé mucho ya que aún estaba agitada por el sueño, el corazón se me estrujaba, me costaba respirar, recordar aquel día la última vez que los vi - ¡Oh Leah cálmate!, ¡cálmate! - me puse en posición fetal y empecé a llorar, estaba en la casa y habitación de un tío que me secuestró, la probabilidad de morir, la tristeza de mi corazón ...todo esto apesta.

Luego de 20 o 30 minutos intenté recomponerme no creo que a mis padres les hubiera gustado que me muera de esta forma.

Me acerqué a la ventana y me percaté que me encontraba en el primer piso de una casa y si algo me enseñaron las películas es que puedo escapar con un poco de ingenio.

Busqué unas sábanas en el placard enorme que había en la habitación, al abrirlo encontré ropas de hombres muy finas, camisas, corbatas, ropa casual, etc.

- ¿Dónde están las condenadas sábanas?.

Abrí el otro placar, si había dos y eran enormes, vida de ricos- ¡bingo!- exclamé, las até, comprobé que aguantaría, busqué dónde atarla de manera que aguante mi peso al bajar y qué mejor lugar que las patas de la cama, luego de prepararme mentalmente para bajar por la ventana usando las sábanas atadas y jurarme que es imposible que salga mal, procedi a bajar.

Respire profundo- Bien Leah, despacio que tú puedes - Bajé y bajé pero parecía que nunca llegaría a tierra, eché una mirada hacia abajo- bueno al menos ya falta poco- seguí bajando, mire de nuevo hacia abajo lo cual me produjo vértigo me mareé y caí.

-¡Auch! joder Leah no hagas ruido - guarde silencio y espere un momento ,miré a mi alrededor -nadie parece haber escuchado mi caída y tampoco hay moros en la costa.

-¡¿Cómo dejan que escape?! encuentrenla ahora mismo.

-Mierda, parece que si se dieron cuenta después de todo.

No sabía hacia dónde correr, por un lado había muchos coches aparcados quizás si alguno funciona me puedo ir de aquí pero irme sin Raizel no es una opción, por otro lado podría ingresar por atrás y buscarla pero seguro me encontrarían, es mi mejor amiga y debo arriesgarme.

-En marcha Leah, valor.

Fui en cuclillas probando ventanas a ver si alguna estaba abierta para poder ingresar, mientras probaba me sorprendí al escuchar voces e inmediatamente me oculte para que no me vieran, conocía a uno de ellos, pero al otro no y entonces los escuché decir..
-Dreys, el jefe te está buscando, más vale que vayas rápido.

- ¿Y ahora qué quiere? me dijo que cuidara la chica y eso hago.

- ¿Hay otra chica?.

-Sí, está en el sótano.

Blood and TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora