*
‘’Que vas a hacer con tu vida... ahora no estaré para cuidarte... Tu madre con sus viajes de trabajo y todo eso me preocupan... – El hombre acariciaba la mejilla de la menor, estaba en una cama, tumbado, débil deteriorado, la joven sonreía con ternura pero no podría contener las lágrimas que corrían por sus mejillas.
-Estaré bien papá ya cumpliré 18… Por favor... Quiero que estés tranquilo...-
-¿Estoy tranquilo? Dame tranquilidad y demuéstrame que eres una niña independiente... –El sonrió y mostro apenas sus dientes, su brazo colgaba de la cama y ella lo tomo con cuidado, beso su mano y la sostuvo, ya que el mayor ya no tenía fuerzas para sostenerse.-
-Me cuidare mucho por ti…- Dijo con voz temblorosa.
-No quiero que te cuides, no quiero que sigas con tu rutina, conoce gente, experimenta por mí, siente, disfruta, arriésgate, has todo lo que no has hecho por mi.- Su voz se debilitaba, todos en la sala lloraban y sabían que estas probablemente serían sus últimas palabras, él sonreía, débil, cansado.
-Lo hare padre... lo hare.- Ella muestra una sonrisa de oreja a oreja pero las lágrimas no cesan.- Puedes... irte…tranquilo... –Su voz temblaba y no podría mantenerla normal como deseaba, los ojos del hombre se cerraban y el brazo que ella sostenía caía pesadamente sobre la cama, era el fin, todos se acercaban para acariciar su fría piel, se había ido, había regalado una sonrisa antes de hacerlo, había dejado un recado pendiente a su querida hija.
*
Desperté exaltada y como siempre con lágrimas en los ojos, trate de calmar mi respiración sentándome en la cama respirar profundamente.
Era desagradable, desde el día en que mi padre nos dejó me ha perseguido el recuerdo de la promesa que le hice antes del gran adiós, y se me hace una idea del porqué de esto, no he cumplido hasta ahora.
Seguía una rutina monótona que me permitía rellenar los días restantes de las vacaciones, no había cambiado en nada mi forma de mirar el mundo ni de actuar o enfrentarme a este, solo me cuestionaba que hacer con mi vida, luego de que mi padre me enseño que esta no es eterna, de que el tiempo pasa a veces y yo debía darle un sentido, pero siento que no estoy viviendo la vida, si no que la estoy dejando pasar, pero también me pregunto... ¿alguien en mi situación saldría feliz de la vida como si nada hubiera pasado? ¿A conocer gente, tomar una cerveza y reír hasta que la garganta no pueda más?...
El único cambio que ha presentado mi vida es la mudanza, pero eso no me hacía feliz en nada, de hecho la razón por la que mi madre y yo nos mudamos a otra cuidad fue porque el renombrado Paul Blanc, el querido hermano de mi padre, al que siempre invitaba a comer y celebrar con nosotros nos estafo con la herencia, la casa que compartíamos la dejo completamente para el obligándonos a buscar otro alojamiento, me habría encantado trazar mis días en la casa que nos heredó mi padre, en la casa que viví toda mi vida hasta ahora, pero todo tiene un lado amable y eso me habían enseñado, hemos podido recuperar lo que había dentro, como cuadros y fotos familiares, y los libros que pertenecían a mi padre, que mi tío categorizo por suerte como aburridos innecesarios y un obvio estorbo, leeré cada uno de estos pesados libros y en eso estoy por ahora, esperando a que mi último día de vacaciones termine, seguramente al entrar al nuevo instituto a cursar mi último año me encerrare en una biblioteca a terminarlos, luego de esto tal vez tratare de hacer algo como lo que me propuso mi padre antes de irse, pero… es tan difícil enfrentar al mundo, cada persona es tan difícil de leer, tan impredecible que me aterra, si .. Lo admito, a veces el exterior me aterra, normalmente un humano espera ser aceptado, y no creo ser aceptada entre ellos, tengo algo claro y es que quiero hacer algo para que ese vago recuerdo que me persigue en las noches deje de torturarme, así que tratare de buscar una respuesta más lógica a esto.
Los cambios no son lo mío, de hecho cuando nos mudamos con mi madre no apareció el típico y acogedor vecino que muestran en las películas, con un pastel o algo que ofrecer, nos recibió la indiferencia de las personas en una fría casa que sería la nuestra, por lo menos mi tío se dignó a ayudarnos para tener una casa con comodidades a las que estábamos acostumbrados, pero no quería ayuda de él, tome un odio hacia el que era comprensible en mi situación, no podía mirarlo sin hacer un gesto de rechazo, sin arrugar la nariz y mirarlo desde abajo, y al parecer lo notaba por que evitaba mirarme y sonreírme, un punto para Sophie;
El instituto es tan grande que no dudo que me perderé en un día de estos, o me equivocare de salón, o me perderé entre la multitud, por lo menos la descripción que me entrego mi madre sobre este me dio esa sensación, y como es de costumbre se fue a uno de sus viajes de negocios, antes de eso me dejo el uniforme del instituto, dinero y un gran beso en la frente, con las palabras amorosas de siempre, y una carta que tenía como propósito sentirla cerca, pero lamentablemente eso no era posible, normalmente iba al trabajo de mi tía porque mi madre me exigió que fuera una especie de ayudante para ayudarla a recuperar el dinero que nos había costado todos estos tediosos cambios, como de costumbre mi madre había acortado la falda del uniforme, como la llevaban todas con su excusa de “-Amor, debes renacer como fénix! No te quedes en las cenizas.” El fuego es muy llamativo madre, yo no quiero llamar la atención por ahora, además… si eres como son los demás, no eres nadie.
ESTÁS LEYENDO
Choose me
Teen Fiction"El que se enamora pierde, y no pienso perder este juego.'' Sophie Blanc disfruta de las cosas simples y calmadas, acostumbrada a una monótona rutina con la que trazaba sus días normalmente, parecía estar en una burbuja de la que no quería salir. ha...