No te preocupes

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-Sophie… ¿qué pasa?- Sentí una delicada mano que se apoyaba en mi hombro, moviéndome de lado a lado, la clase había comenzado hace poco y llevaba mi mejor cara de sueño para exhibirla, la comunicación entre el entorno y yo era de simples y vacíos suspiros, John estaba ahí pero no me importaba, no me fije si miro al momento en que entre, Charlotte no estaba en el salón y simplemente pude sentir más calma al estar en el salón.

-Nada Natalie…Solo estoy…algo desanimada.-... Conteste con voz debilitada mientras ella arqueaba una ceja sin creerme por completo, movía las puntas del cabello enredándolas en el dedo índice.

-¿Paso algo ayer?..- Insistió.

-¿Que paso ayer?...-Repetí.

*Flashback

El salón se encontraba vacío con dos individuos a su interior, ya que la chica de cobrizos cabellos había salido rápidamente de ahí al momento de tensarse el ambiente, la chica de cabellos castaños no miro a John ni contesto la pregunta hecha, solo avanzo hasta su puesto como si el no existiera a sacar debajo de la mesa el estuche que le pertenecía.

-¿Quieres que vuelva a repetir la pregunta?- Dijo el en un tono más duro que el anterior mientras abrochaba su camisa, ella lo fulmino con la mirada y se puso rápida y violentamente frente a él.

-¡Me mentiste! Eres un cerdo mujeriego como pensé, quise confiar en ti, conocerte y darte una nueva oportunidad ¡y la perdiste!- Dijo sin preocuparse en el tono que utilizaba, sus facciones demostraban una evidente ira, más que eso, decepción, bajo la mirada, la tomo del brazo impidiendo que se alejara.

-¿La he perdido? Oh señorita Blanc estoy tan ofendido… que debo hacer para que me perdone...-Dijo sarcástico él, pero en realidad quería un perdón de parte de ella, el tanto como ella sentía un fuerte interés, dudas, atracción sobre todas las cosas, no podía perder esa oportunidad.

-No existes para mi ahora, si has mentido al principio lo harás siempre… y yo me idealizare una imagen errónea de ti, das asco Mcbride, tu, tu egocentria y tu maldita personalidad, ahora ¡suéltame!- Logro zafarse del agarre y salió de ahí lo más rápido posible, sentía un enorme nudo en la garganta mientras se repetía que el contrario no lo vale, que no hay que confiar fácilmente, se daba ánimos que en realidad no funcionaban.

*

-No pasó nada ayer Natalie…-Sonreí falsamente y ella pareció notarlo, pero respeto el hecho de que no quería hablar, eso es lo bueno de esta chica, insiste a su medida, no hostiga ni nada por el estilo, cuando comenzaba la clase de historia entro Charlotte por la puerta sin mirar a nadie, evite su mirada y me encogí en mi puesto mientras la clase proseguía, el hombre hablaba y hablaba mientras yo dibujaba y escribía frases de canciones que me identificaban en este momento, y sin más ralle el dibujo hecho, prácticamente lanzando el lápiz sobre el cuaderno, no entiendo por qué me siento de esta forma, defraudada, decepcionada, apenas conozco a este tipo y ya estoy sintiendo cosas fuertes como estas, una llamada interrumpe mis pensamientos y miro enseguida de quien se trata, con desanimo miro el nombre en la pantalla del celular “Jake Haddick” sentí una leve punzada en el estómago, luchando entre contestar o no pero me las ingenie para esconderme entre mi bolso y contestarle.

-Estoy en clases… porque llamas.- Dije bajo, me di cuenta que mi voz temblaba por el nerviosismo que sentía, Jake Haddick, ese nombre tenia grabado todos los momentos buenos que pase en mi antigua ciudad, todos esos recuerdos que extraño y amaría hacerlos volver, pero todo lo malo que hizo, como rompió mi corazón, eso lo recuerdo con más claridad.

-¿Bombón?- Escuche su voz nuevamente, entonces sentí unas enormes ganas de llorar, me contuve.

-No me llames así… esos días se acabaron, recuerda.- Dije con firmeza.

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