Nota: Decidí subir enseguida porque estaba…emocionada para escribirlo, me vino una ola de inspiración y bueno… disfruten ;D
Sin ganas había despertado con lentitud al día siguiente por que la luz del sol entraba encandilando desde la ventana, estaba tan distraída en la noche que no me di cuenta que deje las cortinas abiertas.
Sí, me había quedado dormida junto a John, el débil John que aun con los ojos cerrados mantenía un brazo rodeando mi cintura, en un intento de abrazo… cierto… él me había abrazado fuerte cuando me pidió que no me fuera, y no lo hice… pero esta vez él estaba lejano a mí, solo su brazo que estaba cerca de mi cintura hacían la diferencia, lo quite enseguida para levantarme, cerré las cortinas para que John no despertara, y lo mire desde lejos, su respiración no era pesada, su pecho se movía en un agradable sube y baja, lento, tranquilo, su rostro mostraba tanta serenidad, no había sonrisas burlonas, no había desinterés en su rostro, era el verdadero John…John…John…Escuchaba su nombre en mi mente y hasta así sonaba bien, me arregle la ropa y alisé el cabello con los dedos, Salí de la casa con cuidado para que no despertara aun, debía desayunar y creo que no estoy de ánimos para cocinar o… preparar algo, entonces fui a la panadería cercana, estaba vacía y una señora que ya tenía algunos años encima, con una permanente y amable sonrisa dijo con una suave voz.
-Bienvenida, ¿Que desea?- Sonriendo nuevamente, mire las vitrinas, el lugar era pequeño pero cada pastel que exhibían se veía tan tentador, atrayente, que cualquiera rompe la dieta, había pasteles de todo tipo, individual, familiar, chocolate, manjar, frutas… ¡todo!
-Quiero un…- Esperen…. Ni siquiera sabía que le gustaba, no sabía nada de John en realidad, suspire un poco desanimada mientras pensaba una opción.
-¿Un? ….- Me miro con curiosidad o mejor dicho impaciencia
-¡Chocolate!- Claro... chocolate… a quien no le gustaba el chocolate, es la respuesta más general que puede hacer alguien cuando te pregunta ‘’ ¿Qué es lo que te gusta?’’, y claro que compraría algo para mí. –Y el… de frutilla por favor…- Iba a elegir otro de chocolate pero esa frutilla, roja y brillante estaba tentándome, cuando los llevaba caminaba lentamente y con cuidado para que estos no se desarmen o algo así, entre nuevamente a la casa de John y deje ambos en un platillo, los deje sobre la mesa y prepare dos tazas con café, la mañana estaba helada y seguramente sería bueno para el calentar el cuerpo, antes de subir a su habitación abrí las cortinas del ventanal del comedor, mire su casa que ayer por la preocupación no me di el tiempo ni de echarle un vistazo, era grande, si….grande…. tanto que no me explicaba por qué estaba tan ordenado, no me explicaba por que vivía solo…Subí las escaleras hasta su habitación, en el segundo piso de la casa habían otras habitaciones… seguramente alguna de ellas tenía una cama extra… tal vez no vivía solo, estaba tratando de convencerme que no era así, cuando entre a la habitación pude verlo sentado en la cama, parecía impaciente, buscando algo, su mirada tenía brillo otra vez, no estaba decaído pero aun así debía cuidarse, abrí la puerta por completo e intente no mirarlo.
-Te…T…Te sientes b..¿Bien?- Titubee, y bastante, no entiendo a qué se debe, lo mire y él tenía una leve sonrisa en su rostro, como complacido, revolvió mi cabello con su mano y la deslizo por mi rostro hasta posarla sobre la cama.
-Pensé que te habías ido…- Dijo esta vez, con esa voz, profunda que me alegraba escuchar.
-Claro que no… creo que… debía asegurarme que comieras algo para marcharme, espera ya vengo.- Sentí como su mano caía sin fuerza sobre mi brazo, aun no tenía la fuerza de siempre, sus movimientos eran torpes y hasta podía ver que el mismo odiaba eso.
-E…está bien.- Suspiro pesadamente y desvió brusco la mirada.
-Tapate bien…- Lo mire nuevamente, entonces baje hasta el comedor para tomar los pasteles y llevarlos arriba.
ESTÁS LEYENDO
Choose me
Novela Juvenil"El que se enamora pierde, y no pienso perder este juego.'' Sophie Blanc disfruta de las cosas simples y calmadas, acostumbrada a una monótona rutina con la que trazaba sus días normalmente, parecía estar en una burbuja de la que no quería salir. ha...