● Capítulo 23 ●

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Narrador Omnisciente

Erick se había estado esperando todo el día que el ojimiel le enviara mensaje, quizá en verdad estaba tan ocupado como decía.

Durante el viaje que hizo con Christopher hasta la casa de Elizabeth, Erick estuvo tentado a perder lo que le quedaba de dignidad y enviarle mensaje a Joel nuevamente. Y así paso, no pudo aguantar más sus ganas.

Número Desconocido

Hola Joelin, espero ya estés más desocupado.

Joel al notar la llegada del mensaje y ver "Número desconocido" no supo al principio quien seria, así que tomo su celular y al leer la palabra "Joelin" supo de quien se trataba, obviamente de Erick.

Joelin <3

Erick.

Creí que entenderías la indirecta al dejarte en visto ayer por la noche, en verdad, no quiero hablar contigo.

No me obligues a bloquearte de la aplicación, no quiero llagar a tanto.

Cuando el tono de notificación sonó, Erick tomo su celular con tanta felicidad que casi se le cae de entre las manos. Encendió el celular y lo desbloqueo rápidamente.

De sus ojos no salieron más que lágrimas al leer el mensaje, releerlo una y otra vez, lastimándose más cada que lo leía nuevamente. Sus dedos temblaron, miro hacia la ventana para evitar que Christopher le preguntara si todo estaba bien. Escribió casi con trabajo, y pulso en enviar.

Número Desconocido

Discúlpame, no volveré a molestarte, ahora si ya lo entendí.

Te quiero Joel, nunca lo olvides.

Enviado a las 18:27

Visto a las 18:28

Fue inútil ocultarse, Erick solo sintió como el auto solo iba deteniéndose orillándose cerca de una gasolinera, no a muchas cuadras se encontraba la casa de la rubia.

- Bien, cuéntame ¿Qué tienes? – dijo tomándolo del mentón y haciendo que lo mirada, con aquellos ojos rojos e hinchados, de verdad a Christopher se le estrujaba el corazón de solo verlo así. - ¿A quién vamos a golpear palito de coco? – su voz comenzó a entrecortarse, se acercó a Erick y lo recargo sobre su pecho.

Quizá de esa manera Erick se desahogaría sin pena alguna, y así fue, el menor rompió en llanto mojando pequeñas partes en la polera del mayor. Christopher hizo los sonidos que una madre hace a un bebe para tranquilizarlo o dormirlo.

Después de unos minutos, Erick pudo casi controlar su llanto, se sentía apenado con el chico del flequillo, por sentirse tan frágil en esos momentos.

- Estoy bien. – susurró Erick para apaciguar a Christopher. – Vamos o llegaremos tarde. – seco sus lágrimas lo más que se pudo.

Christopher asintió dudoso, pero al final encendió el auto y manejo hasta la casa de Elizabeth

Al llegar, varios autos se encontraban ya aparcados frente a la casa de la chica, Johann, Yoandri, Zabdiel, Richard y Joel ya se encontraban en la casa de la chica, solo faltaban ellos dos.

Ambos bajaron del auto y tocaron el timbre de la tan hermosa casa. Unos pasos se escucharon desde el interior y se abre dejando ver a la chica con una gran sonrisa.

- Buenas noches. – digo cortésmente al ver a todos en la sala.

- Por fin llegan. – contesto Joel caminando hasta Christopher para abrazarlo y se acerca a mi dándome un saludo de mano.

Trate de no darle importancia y entonces ambos nos sentamos, mientras Joel se encontraba de pie junto a Elizabeth, una sonrisa adornaba la cara de ambos, entonces se regalaron una sonrisa cómplice y Joel hablo.

- Tengo que darles una gran noticia. – cerro los ojos.

El corazón de Erick no soportaría escuchar las palabras de Joel, si era lo que pensaba no lo soportaría y lloraría frente a todos. 

Numero Desconocido - Joerick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora