Tocaron el timbre. Dejé de revolver mi café y me acerqué a la mirilla de la puerta.
-¿Quién es?-Pregunté al ver que se trataba de una persona con el rostro cubierto.
-Rupert, déjame pasar, por favor...
Escuché un sollozo.
Ya me habían engañado dos veces por abrir la puerta sin saber a quién, pero esta vez era Emma quien lloraba.
Podía notarlo a la perfección.
Abrí la puerta y tomé su antebrazo con suavidad.
Tiré de ella hacia adentro de mi casa y cerré la puerta.
Sabiendo que probablemente Emma estaba siendo acosada por los periodistas, bajé las persianas.
Volteé hacia ella.
Se había quitado la capucha y los lentes oscuros. Y lloraba a mares.
-Oh, Em, ¿Qué tienes?-Pregunté acercándome.
-¿No lo has visto?-Preguntó.
Negué con la cabeza.
-Con razón me dejaste entrar... Rupert, yo... Te juro que son de mentira...
Fruncí el ceño.
-Calma. Lo que sea, yo te creo. Ahora muestra de qué estás hablando.
Emma se quitó la campera de cuero y encendió la televisión, buscando el canal de noticias.
El titular en la pantalla era claro.
"Emma Watson: ¿Actriz o prostituta a domicilio?"
Escuché un sollozo de Emma.
-...Es que aún nadie puede creerlo. Mientras la campaña #Heforshe, de la conocida actriz, se divulga con rapidez en las redes sociales, unas fotos de ella desnuda con diferentes hombres han sido subidas en distintas cuentas...
Me quedé sin palabras. Las fotografías que pasaban por la pantalla parecían de una película pornográfica.
Emma miraba, tocaba y... Hacía otras cosas...
Volteé a verla.
-...Estas fotografías prueban que Emma acepta sumas de dinero por prestar su cuerpo a distintos hombres. Es una lástima, resultó ser otra cara bonita. ¿Podemos seguir llamándola actriz? ¿O comenzamos a decirle prostituta? Todo y más, en instantes.
Apagué el televisor, incapaz de seguir viendo aquella basura.
Emma tenía el rostro entre sus manos.
-Rupert, yo... Ninguno de mis amigos en Londres quiso abrirme la puerta... Sé que hace años que no nos vemos, pero... No sabía dónde ir...
Lloraba a mares.
-¿No ves que es todo mentira? Son fotos completamente falsas... Rupert, yo... A pesar de lo que he dicho... Jamás tuve sexo con nadie, de verdad, y menos...
Me acerqué a ella y me senté a su lado.
-Tranquila. Yo te creo.
Emma me miró sorprendida.
-¿Me crees?-Preguntó.
Asentí mientras enjugaba sus mejillas.
-Tú dices que son fotos falsas. Entonces son falsas. Te creo.
Los labios de Emma temblaron, indicando que iba a llorar otra vez.
-Oh, Rupert.
Me echó los brazos al cuello y me abrazó.
Escuché más sollozos.
Acaricié su espalda.
-No llores.
Ella suspiró.
-Pero... Pero...
-Nada de peros. No me gusta verte llorar.
Emma suspiró y se alejó un poco de mí.
-Lamento tanto haberme distanciado así de ti, Rupert, fue un error terrible.
Sonreí y acomodé un mechón de cabello detrás de su oreja.
-Está bien. Por ahora no tienes que preocuparte.
Emma me abrazó otra vez.
-Rupert, yo...-Comenzó a decir.-Me despidieron de varios trabajos... Mi representante renunció... Nadie me cree, absolutamente nadie.
-Yo sí.-Dije con firmeza.-Yo te creo.
Le acaricié la espalda.
-Calma. No tienes que preocuparte, aquí estás a salvo.
Emma me miró. Su rostro estaba a centímetros del mío.
-Rupert, yo... No sé cómo puedo agradecerte. De verdad, gracias.
Acaricié su nariz con la mía.
-No hay de qué, haría cualquier cosa por ti. Iré a prepararte un cuarto para que puedas quedarte aquí. Apaga tu teléfono para que no lo rastreen y cierra sesión en todas las redes sociales.
Emma asintió.
-Tienes razón.
Tomó su móvil e hizo lo que le dije.
Suspiró.
-Te ayudaré a preparar mi cuarto.-Dijo poniéndose de pie.
La conduje a mi cuarto.
-Puedes quedarte aquí, la habitación de invitados suele estar sucia y descuidada. La pondré en condiciones y me acomodaré allí.
-No puedo aceptar que me dejes tu cuarto...
-Claro, siempre puedo ir a un hotel por aquí cerca y preguntar si no quieren hospedar a la fruta deliciosa de la prensa, estarán felices.-Dije.
Emma refunfuñó.
-Bien.
Se acostó en mi cama y cerró los ojos.
-Voy a preparar la habitación de invitados. ¿Tienes una maleta o algo?
-La despaché a nombre de Bonnie, supe que a ella no le molestaría. Está en la terminal de autobuses.
-Puedo ir a buscarla.
-Gracias. No sabes lo que significa para mí, Rupert.
Sonreí.
-Quédate tranquila. No le digas a nadie dónde estás y ya.
Emma asintió y tomó mi mano antes de que yo pudiera salir del cuarto. Me acercó a sí y besó mi mejilla.
-Gracias.-Repitió.
Sonreí y le acaricié el mentón.
-No hay de qué.
Soltó mi mano suavemente y salí del cuarto.
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Fotografías falsas [Grintson]
FanfictionUnas fotografías pornógraficas de Emma rondan por toda la web y los medios de comunicación. No creo en ellas. No son reales. Es tan obvio como que soy pelirrojo. Y así como yo le creo, aunque hayan pasado años desde que nos vimos por última vez, ell...