Noche

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-Mis padres vienen por mí mañana al mediodía.-Dijo Emma un desayuno.

Habían pasado tres semanas desde lo de la ducha, por lo que ya podía caminar.

-Genial.-Mentí.-Te ayudaré a preparar todo luego, ahora tengo que ir a trabajar unas horas.

Cuando regresé era muy tarde. Emma seguía despierta y estaba lavando toda su ropa, porque tenía mi camisa y mi ropa interior.

Suspiré.

-Te echaré de menos, Em.

Emma volteó a verme y suspiró.

-Yo también.-Sonrió.

Cenamos en completo silencio.

Ella parecía comer por obligación, como si no tuviera hambre.

Cuando acabamos de cenar, Emma me pidió que la acompañara a su cuarto para ordenar su maleta.

Me metí en la habitación.

-Voy al baño, ya regreso.-Dijo.

Asentí y me eché en mi cama.

Me llamó la atención ver que la valija ya estaba hecha. Aún no había asimilado que Emma se iría.

Suspiré. La echaría tanto de menos...

La puerta se abrió y se cerró, sin que la luz se encendiera.

Emma había entrado.

Se acercó a la cama y se sentó junto a mí.

Tomó mis mejillas y enjugó unas lágrimas que yo no sabía que había derramado.

-Estaré bien...-Dijo.-No llores.

Vi sus ojos en la oscuridad. Se veían preciosos.

Emma suspiró.

-Gracias de verdad por todo lo que has hecho por mí, no tienes idea de lo que significa.

Suspiré.

-Para eso estamos los amigos.

-Fui una estúpida al distanciarme de tu lado.

Acercó su rostro al mío.

Mi respiración se aceleró y la suya también.

-Rupert...

Ladeó su cabeza.

-¿Qué?

Enredó sus dedos en mi cabello y me besó.

Oh, cielos. Cuánto había echado de menos sus labios...

Fue un beso suave que acabó enseguida.

-Rupert, yo te...

Tomé sus mejillas y la besé sin darle tiempo a decir nada.

Ella me correspondió.

-Mmm... Rupert, yo... Te amo...-Murmuró al separarse de mí.

No podía creer lo que estaba oyendo. Sonreí.

-Te amo, Emma.-Dije.

Volvimos a besarnos.

Ella se sentó a horcajadas sobre mí, arqueando su columna para pegar su pecho al mío.

Desabotonó mi camisa.

-Emma... ¿Segura que quieres...?

Asintió.

Besé su cuello con intensidad mientras mi camisa caía al suelo.

Giré para dejarla debajo de mí. Volví a besarla.

Fotografías falsas [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora