Prólogo

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Un traumatólogo, entrecerraba los ojos en el gran auditorio dónde se realizaba una conferencia médica.

_Hey!, no te duermas.

Le sonreía una colega, mientras tocaba su hombro para despertarlo.

_Lo lamento, esto está muy aburrido, y todavía faltan seis días para irnos.

Frotaba sus ojos con sus manos y miraba al auditorio.

_Cuando salgamos de aquí, que te parece si vamos por una copa?

Preguntó la chica.

_Sí,porque no, esto seguirá aburrido, será bueno despejarme un rato.

Salieron juntos y se adentraron en un bar. Bebieron hasta la madrugada, hablaron de trabajo y el habló por horas sobre su maravillosa familia.

Cuando salieron de allí, el hombre se encontraba ebrio.

_Será mejor que vengas a ayudarme con tu amigo.

La mujer estaba al teléfono, mientras él se sostenía de ella.

_Yo no quiero tener nada que ver en eso.

_Sera mejor que lo hagas, te conviene, para eso viniste, o no?

_Dame la dirección, salgo para ahí.

Cuatro días después en otro lugar del mundo, una hermosa mujer, abría la puerta de su casa para recibir la correspondencia.

_Gracias.

Cerró la puerta, frente al joven mensajero.

_No tiene remitente, que será?

Cuando abrió el sobre, su contenido la hizo perder la calma al instante, las lágrimas se hicieron presentes y la desesperación se apoderó de ella.

El médico se preparaba para regresar junto a su familia, después de una eterna semana lejos de ellos.
En tanto la hermosa mujer hacía las maletas para salir de su casa.

Te enamoraré otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora