Tercer año: meses dolorosos

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La rabia ocupaba la mente de Darien, como abejas zumbando en su cabeza. En dirección a su casa, sus pequeños lo acosaban a preguntas.

_Papi, ¿adonde vamos?

_Ya mejoraste? Que rápido eres.

Debía contestarles, no quería hacerlo, no sabía que decir, siempre actuaba sin pensar y las consecuencias saltaban a la vista.

_Haremos un viaje.

Fue lo único que se le ocurrió, esa era para el una idea bastante acertada, jamás podría admitir a alguien mas cuidando de sus hijos y mucho menos a Zafiro Black.

_Y mami?

_Irá con nosotros?

Contestar esas dudas lo estaban llevando prácticamente al colapso.

_Ella no podrá ir tiene mucho trabajo, pero nos divertiremos mucho juntos.

Que diría cuando el tiempo pasara lo vería después, ahora lo importante era alejarse de todo el dolor que le causaba esa realidad, que él nunca espero que sucediera.

Al llegar a su casa lo esperaba otra dura batalla, sus padres.

_Darien que sucede porque estas con los niños?

Nicolas se acercó a él confundido, Darien acercó aquellas fotos que quemaban sus manos hacia su hermano, quien adquirió una actitud de seriedad y enojo.

_Así que esto era lo que sucedía?

Él no contesto comenzó a sacar toda prueba de su amor hacia Serena, que se encontrara cerca de él, grito llamando a Luna.

_Prepara mis maletas, no quiero ni entrar en mí habitación.

Luna no entendió, tampoco preguntó sobre su rápida recuperación, pero se limitó a hacer lo que su patrón pidió, mientras hacía su labor escuchó a los Chiba discutir sobre sus patrones, al parecer sabían la verdad.

_Neherenia, Zafiro me dijo que nada paso entre ellos, todo fue un invento de tu amiga.

_Y tu le crees, porque?

_El no me mentiría, me respeta.

_Si claro.

_Porque te empecinas en meterte en su vida, déjalos ser felices y ya.

_Dices eso porque lo único que te interesa es tenerla cerca.

_Pero, pero no seas tan irracional.

_Ya basta Kunzite, dejaremos las cosas así.

_Espero que no te arrepientas luego.

Luna salió maleta en mano, decepcionada de la poca hombría del mayor de los Chiba, quien no objeto a su esposa, ni hizo un mínimo esfuerzo por ayudar a su hijo.
Cuando enfrento la sala Darien la esperaba, con la seriedad dibujada en su rostro y acercando aquellas fotos a ella.

_Sabías esto?

Luna se sintió feliz de que al fin las cosas se aclararan y respondió con una gran sonrisa que sí.

_Estas despedida.

Ni siquiera espero la reacción de Luna y busco a sus hijos, quienes se habían metido a la piscina con todo y su ropa.

_Hijo, como es que estas aquí?

Pregunto Neherenia, no hacía mucho lo había dejado postrado en una cama.

Te enamoraré otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora