Te enamoraré otra vez

Segundo año sin ella: volver a verla

Darien sentía una inmensa felicidad en esos momentos, sólo de pensar en que tendría de nuevo a su familia consigo.

_Traeré a casa a mis niños, ella tendrá que venir y cuando estemos a solas...

Rei interrumpió.

_Espera Darien, no será tan fácil.

Toda la euforia y alegría desaparecieron del rostro de Darien, al oír las palabras de la abogada.

_En un principio no podrás traerlos a casa, estas a prueba si te comportas y no eres agresivo, en unos meses podrás traerlos, según el acuerdo al que llegues con tu ex.

Ex, esa palabra se escuchaba horrible, Serena siempre sería para él, su esposa, su única realidad.

_Ya sabía yo que no podía ser tan buena noticia, es que desde que ella me dejo, me persigue una mala racha, que parece, que no acabará nunca.

Darien estaba sentado frente a Rei, quien podía ver claramente la desolación de su mirada.

_Sólo los verás algunas horas semanales y en compañía de alguien.

Darien se enfureció golpeando con sus puños ambos lados de su asiento.

_Pero que es lo que creen?, yo no soy un criminal!!!
_Te comportaste como uno, así que ahora aguanta las consecuencias de agredir a un abogado.

De repente Darien sonrió.

_En compañía de alguien, significa que ella va a estar ahí?

Rei se encogió de hombros, no sabía esa respuesta.

_Puede ser ella o alguien de su confianza.

Otra vez la decepción en su mirada.

_Espero que sea ella porque si es la niñera, no lo soportare, me acosa.

Rei sonreía, al ver la preocupación de su cliente.

_Cuando podré verlos?
_Mañana paso por ti en la tarde, como tu esposa no quiere hablar contigo se decidió entre abogados.
_Lo que dije me odia y no se porque.

Rei le dedico una última mirada antes de despedirse, pero en ese momento el timbre sonó.

Darien se dirigió a la puerta, con la tristeza que caracterizaba su rostro desde el momento en que volvió de esa conferencia y no encontró a su familia.

Al abrir se llevó una sorpresa no muy agradable, al parecer.

_Hola hijo, como has estado?

Y ahí estaban su mamá, su papá y hasta Nicolas, abrazándolo y entrando a su casa sin ser invitados.

_Si pasen, están en su casa.

A Darien no le quedo más que dejarlos entrar.
Neherenia vio a la pelinegra parada cerca de la puerta y la recorrió entera con una despectiva mirada.

_No nos presentaras?

Pregunto su madre sin sacar los ojos de la chica.

Disculpen ella es Rei mi abogada, Rei mis padres Neherenia y Kunzite Chiba,  mi hermano mayor Nicolas.

Rei paso su mano rápidamente por los padres de Darien y enseguida, centro su mirada en Nicolas.
A Neherenia no le agradó ni un poco la actitud de la abogada.

_Ah tienes otro hermano, un placer.

Para Rei y Nicolás el tiempo parecía haberse detenido, se miraban como si un encanto se hubiese posado sobre ellos, el cual no les permitía alejarse.
Pero en todos los cuentos mágicos hay una bruja.