Capítulo 5
Guillermo apenas y durmió, a la 1:30 a.m. terminó de ayudar a su madre a lavar los trastes, en esa media hora lo conto un poco sobre cómo había ido la cosa con Samuel.
-Estoy tan feliz por ti cariño, se nota que es buena persona.
-Y vaya que lo es, además es muy gracioso, y caballeroso.
-Me alegra escuchar eso, creo que deberíamos invitarlos a cenar más seguido.
-Hablando de eso... ¿Mañana podría ir a desayunar con ellos? Al local que está cerca del parque, sino me dejas puedo cancelarle pero...
-Guille-interrumpió su madre-Claro que puedes.
-Gracias-murmuro, intentando que no se notase la alegría en su voz.
Aunque como era de esperarse, Carmen no olvido la llamada que tuvo su hijo por teléfono y le cuestiono sobre ella.
-Por cierto, ¿Puedo saber si fue Antonio el que te llamo hace unas horas?
-Sí, ¿Por qué? ¿Ya ha ido a chivarse?
-No, no le he llamado Guille, pero ¿qué le has dicho?
-Solo lo que se merece.
-Cariño, ¿nunca vais a llevaros bien?
-Eso depende de él, él me jode la existencia, no al revés.
-Yo sé que no te quiere tanto como a Carol, pero si le dieses la oportunidad de...
-No voy a ser un pan de Dios con él, ha sido un verdadero capullo desde que se mudó a la casa, ¿Qué pude haberle hecho a los 10 años? Nada, sin embargo iba él a gritarme sin razón alguna.
-Pero cariño...
-Pero nada mamá, no pienso hablar de él, y mucho menos ahora, voy a terminar de secar estos vasos y me voy a la cama.
Guillermo cumplió, no le dirigió la palabra a su madre mientras secaba los vasos, y cuándo terminó subió a su habitación, el mal humor que tenía se desvaneció al recordar la risa de Samuel, que a pesar de no ser la más armoniosa, si era contagiosa y eso le agradaba a Guillermo, casi a las 2 de la mañana logró conciliar el sueño.
Aunque siempre despertaba casi a las 11 de la mañana, Guillermo hizo un esfuerzo y despertó a las 8:30 para alistarse, iría a casa de Samuel a las 9:15, para recogerlo a él y a sus compañeros, comenzó su rutina de las mañanas con la diferencia de que esta vez se arreglaría un poco más.
Samuel solía levantarse temprano pues a él le gustaba "Aprovechar el día al máximo", por lo que se despertó a las 8:00 a.m., se pegó una ducha energizante, se vistió con unos vaqueros oscuros y un suéter azul rey, no quería verse muy desarreglado pero tampoco demasiado formal, se roció colonia y peino su cabello, estaba listo a las 8:40, por lo que decidió acomodar adornos que aún estaban en sus cajas, el ruido que causo logró despertar a sus amigos que estaban aún cansados por la hora en la que volvieron anoche.
-¿Se puede saber que cojones haces despierto a estas horas tío? Es sábado-murmuró Alejandro-A la gente normal nos gusta dormir.
-Alex tiene razón Sam, es muy temprano incluso para ti.
-Guillermo me ha invitado a desayunar-Respondió con nerviosísimo-En realidad, nos invitó a los tres.
Luis y Alejandro intercambiaron miradas cómplices, tenían una idea.
-No iremos-dijeron al unísono.
-¡¿Qué?!
-Es tu oportunidad de estar a solas con él Sam.
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"Nuestra historia"
DragosteGuillermo Díaz es un joven de 17 años, con un pasado detrás que no le gusta compartir, siempre ha sido tímido y tiene miedo a romper su rutina y que su vida se salga de control, aunque todo cambia su nuevo vecino, Samuel. Samuel de Luque es un j...