Max: Cuanto lo siento.
Tú: Aveces siento que estoy sola, mis padres estan intentando hacer su vida mientras yo, yo sigo atrapada... solo quiero protección.
Max: ¿Confias en mí?
Tú: Sí, creo.
Max: Entonces toma tus cosa y sigueme.
Así lo hice, salimos de MUK y no dirigimos hacia la plaza, lentamente caminamos disfrutando de la compañía del otro.
Max: Aquí vengo cuando me siento mal o no tengo ideas para escribir una cancion.
Tú: Me encantaria poder desahogarme, aveces siento que no tengo a nadie.
Max: No es verdad.
Me tomo de la mano entrelazando nuestros dedos.
Max: Me tienes a mí.
Se acerco lentamente pero fue cuando caí en cuenta de lo que estabamos a punto de hacer.
Tú: Gracias por escucharme.
Esquive el beso que vendria, era bastante directo pero por mucho que yo tambien me sintiera atraída era complicado que él y yo nos enamoraramos, apenas tenia 17 años y él... no se exactamente cuantos pero de todas formas ya ronadaba los 25, tal vez más.
Max: ¿Quieres que te acompañe a tu casa?
Tú: No... yo puedo irme sola.
Max: Pero...
Tú: Sera en otra ocación.
Me di la vuelta y me marche.
Max: Adiós.
Narra Max.
¿Qué era lo que estaba haciendo? ella era una niña, una muchacha que debía salir con chicos de su edad, no con un hombre, sin importar lo que pasara debia tenerla, la necesidad de besar sus finos labios me hacian entender lo mucho que la queria o por lo menos que me gustaba.
-
Narras tú.
Tú: Hola chicos.
Jaquelline: Hola.
Ben: Hola.
Jaquelline: ¿Quien le da la sorpresa?
Ben: Primero dile tú.
Tú: ¿Qué sorpresa?
Jaquelline: Sabemos que las cosas no estan bien en tu casa pero queremos que tu cumpleaños 18 sea el mejor día de tu vida asi que decidimos organizar una fiesta para tí.
Estaba sorprendida, en verdad tenía muy buenos amigos.
Tú: ¡Gracias chicos!
Los abrace con mucha fuerza.
Jaquelline: Tienes que ir a buscar un vestido bonito y de los invitados no te preocupes, ya no encargamos de todo.
Tú: Ok.
Una fiesta para mí era verdaderamente imprecionante sentir que almenos alguien se interesaba en mí.
Llegue a mi casa por la noche, mi madre dejo una nota en la cocina.
"Eric y yo salimos a cenar así que llegaremos un poco tarde".
Era de costumbre, sentirme sola ya se había convertido en una montonía, cada vez me sentía peor.
Desperte a la mañana siguiente, mi intención era ir a comparar un bonito vestido para mi fiesta de cumpleaños.
Me até una cola y bajea a desayunar, eran las 10 de la mañana por lo que supuse que Eric y mi madre ya se habian marchado a sus asuntos de boda.