Narras tú.
Durante toda la tarde del día siguiente no recibí nunguna llamada ni señal de Max, estaba frustrada, a pesar de la pelea seguía queriendolo mucho sin importar lo que pasara necesitaba estar a su lado para sentirme protegida, sentirme a gusto y en confianza y eso solo lo lograba cuando él estaba cerca.
Tomé el celular para marcar el número pero me arrepentí al instante, a mi mente volvierón los recuerdos de aquellas palabras dolorosas que salieron de sus labios.
TM: _____________.
Dijo haciendo que soltara el celular de golpe y me asustara de solo imaginar si ella se enteraba de la relación secreta que llevaba con Max, sentí como si mis pensamientos hubieran sido visibles para todos e intente disimular el susto y nerviosismo que me provocó.
Tú: Si.
TM: Eric y yo ya nos vamos si deseas pueden venir tus amigos.
Tú: ¿Qué amigos? ¿Te refieres a los que me traicionaron?
TM: Hicieron lo correcro solo que tu eres tan testaruda que no ves las cosas como son.
Tú: Ya somos tres entonces porque tú y mi padre tampoco vieron las cosas como realmente eran.
TM: No quiero discutir, necesito estar calmada.
Tú: En todo caso vete, no entiendo porque sigues intentando hablar conmigo si siempre que lo hacemos ambas terminamos mal.
TM: Volveremos tarde, duerme si lo deseas o si no puedes ir a la sala a ver una película.
Tú: Gracias.
Eric: ¿Nos vamos?
Dijo asomandose a la habitación, posandose detrás de mi madre que se encontraba apoyada en el marco de la puerta.
TM: Sí, adiós hija.
Tú: Adiós.
Eric: ___________ ¿Te parece si mañana hablamos?
Tú: Claro, no hay problema.
Eric: Cuidate, volveremos lo más rápido posible.
Cerraron la puerta de mi habitación dejandome sola hundida en mis pensamientos, me sentía desganada, encendí la radio, escuchar música a todo volumen, era la mejor forma para evitar pensar en tantos problemas, uno de ellos era el tener que estar clavada al celular esperando la llamada de Max pero al ver correr el reloj y saber que él no intento siquiera comunicarse conmigo supuse lo más horrible. Habiamos terminado. El reloj marcó las 11:00 y sin ánimos para hacer nada me puse un camisón blanco y me metí a la cama.
El sueño comenzaba a surgir cuando sentí un golpe leve en el balcón el cual me hizo saltar de susto, me sente en la cama y dirigí mi vista hacia el pero no pasaba nada, supuse que solo había sido el viento, volví a acomodarme en las almohadas y cubrirme pero cuando lo logre volví a escuchar el ruido. Mas que convencida por que eso no era el viento me puse la bata, tomé el teléfono en caso de tener que llamar a alguien y me acerque lentamente a las puertas del balcón, las abrí con mucha suavidad para no hacer ruido, me asome a la baranda y pude verlo parado con la vista en mí.
Tú: ¿Qué haces aquí?
Max: Vine a verte.
Tú: ¿Para qué?
Max: Para hablar.
Tú: Es tarde, mejor vete.
Max: Será un minuto.
Tú: Largate Max, no tengo ganas de hablar contigo.
Me di la vuelta para volver a entrar en mi habitación pero sentí como si algo golpeara la baranda haciando que me diera la vuelta, lo vi trepado en ella intentando pasar su pierna por encima.