Narras tú.
Faltaba cinco minutos para empezar la supuesta reunion de mi madre, algunos invitados comenzarón a llegar pero no había señales de Max y no sabia si me inquietaba o tranquilizaba, después de todo aún no estaba lista.
Llevaba un vestido de color blanco, dejaba mi pecho y cuello descubiertos, unos tacos altos, mi cabello estaba lebantado en un moño con algunos mechones colgando, el collar que me regalo Max estaba descansando en mi pecho.
TM: Apresurate, los invitados comienzan a llegar.
Tú: Ya casi estoy lista.
Me puse brillo a los lábios, rocie perfume a toda la ropa y salí de mi habitación.
TM: Estas muy linda ¿verdad cariño?
Eric: Eres toda una mujer.
Si supieran en verdad que tanto habia madurado o que tan mujer era en ese momento.
Tú: Gracias.
Dije torciendo los ojos.
TM: Quiero que sonrias esta noche.
Tú: No tengo motivos para hacerlo, esta idea me parece completamente ridícula.
Me retire del pasillo bajando las escaleras, en la sala ya habia un montón de gente conversando, solo deseaba que esa gente fuera como la de antes, aquella que venia a verme a mi y a mis padres, no a un completo desconocido.
Me apoye en el marco de la puerta corrediza que daba al jardín de la casa, de repente sentí unos brazos fuertes rodearme la cintura, al darme la vuelta me encontre con esos hermosos ojos color gris.
Max: Hola.
Me dijo muy animado.
Tú: Hola.
Dije sin mucha energía.
Max: ¿Qué pasa, no te alegras de verme?
Tú: No, no es eso, es que...
Mi madre bajo con Eric, me dolia saber que ya no existia esa hermosa familia.
Max: ¿Es tu madre?
Tú: Si.
Max: ¿Y el que la acompaña?
Tú: Eric, su prometido.
Mi madre paso saludando a todo el mundo presente, hasta que llego a donde estabamos Max y yo.
TM: Hola, tu debes ser el profesor de mi hija.
Max: Mucho gusto.
TM: Me llamo __________ (nombre y apellido de tu madre) ¿y tú?
Max: Max George.
Eric se acerco detrás de mi madre.
Eric: Hola, yo soy Eric Jhons, el prometido de la madre de __________.
Max: Mucho gusto.
TM: Bueno, hay un montón de cosas que hacer así que... los dejamos solos.
Tú: Gracias.
Ambos se retirarón con dirección hacia quien sabe donde.
Max: Sonrie... estas muy linda.
Esas palabras me sonrojarón, él era lo que deseaba todo el tiempo, deseaba escabullirme y estar a solas con Max.
Tú: Gracias.
Dije con una sonrisa amplia.
Tú: ¿Quieres que te enseñe la casa?