Capítulo 13.

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Llamada...

Max: ¿Aló?

Tú: ¿Estas ocupado?

Max: Depende, ¿para que me quieres?

Tú: Una reunion de familia.

Max: ¿De nuevo?

Tú: No, esta vez será con mi padre.

Max: Esta bien, a que hora y en donde nos encontramos.

Tú: Pasa por mi casa, nos recogeran.

Max: ¿Estara tu madre?

Tú: No.

Max: Que alivio, no quería que me encuntre de nuevo merodeando por ahí.

Tú: Relajate no volvera hasta la noche pero eso sí, ahora debes decir que mi madre es la que paga mis claces contigo.

Max: ¿Cuntas mentiras más tendre que inventar?

Tú: Las necesarias como para que me sigas acompañando a todo lado.

Max: Ok, nos vemos estare en media hora.

Tú: Te amo y no olvides tu traje de baño.

Fin de la llamada.

Narra Max.

Era increible lo que aquella niña lograba hacer, la amaba, con toda mi alma, todo lo que pedía o necesitaba era parte de mi necesidad tambien.

Narras tú.

Nuevamente había logrado que Max se sacara tiempo para mí, era emocionante saber todo lo que hacia por estar a mi lado.

Era una tarde soleada, el clíma estaba relativamente cálido a comparación de lo que es el resto del año en Londres.

Mi padre deseaba recompenzarme por la falta que me habia hecho aquel día, para él la mejor forma de hacerlo era complaciendo algún capricho por lo cual no hubo inconvenientes a la hora de pedirle que Max nos acompañara, pero eso no era sufisiente así que tendria que pasar la tarde con él y Kayla.

La idea me desagradaba pero como Max vendria almenos algo se salvaria, iriamos a un hotel serca de la playa, en varias ocaciones habia visitado el lugar cuando mi padre tenía reuniones de trabajo y aquella puerta giratoria de madera y cristal siempre la habiamos atravezado los tres, ahora la atravezaria con mi madrastra y Max.

El traje de baño que me puse era de dos piezas color turquesa, me encantaba, había sido un regalo de mi tía antes de marcharme a Europa con la esperanza de que lo usara.

Me até el cabello en un moño despeinado, me puse un corto y una polera de seda blanca que por el color hizo que el bikini se trasluciera.

Entre al baño, de ahí saque el protector solar y una toalla, las puse dentro mi bolso y baje a la sala en donde me sente esperando a que Max llegara.

La campana de la puerta sonó, al abrirla encontre a ese hombre perfecto parado en la puerta con una hermosa sonrisa.

Tú: Hola Max.

Max: Hola _________.

Lo invité a pasar.

Max: ¿A qué hora nos vamos?

Amor no correspondido (Max y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora