En esta historia, Acnologia y una misteriosa chica se ven envueltos en una guerra entre dragones y humanos. Ambos tendrán no solo que luchar por sobrevivir sino por aquello en lo que creen correcto. Se encontrarán con amigos que les ayudaran a pasa...
Esta historia se desarrolla en la época de los dragones y los humanos, en la cual están en guerra por cuestiones como "humanos y dragones no pueden convivir juntos" y viceversa. La guerra llegó a todos los continentes, Ishgar es uno de los más afectados por la guerra por ser el continente con más dragones jamás vista. Existen los Dragon Slayers, humanos con magia mata dragones que luchan a favor de la relación de humanos y dragones, pero algunos no tienen sus mismas opiniones y en vez de tomar un bando deciden ir por libre y hacer aquello que consideren correcto. Se ve por un lado a un chico de cabello largo y rebelde, azul marino oscuro y con capa negra y, por otro, en la otra punta del continente, se ve a una joven pelirroja de cabello largo, vestida con un vestido y tomando armas.
El chico de cabellos rebeldes parece prepararse para una batalla. En ese instante, el cielo se tiñe de azul y "algo" cae sobre un poblado, al cual iba este joven y había cantidad de dragones. El impacto es tal que un ráfaga de viento azota el lugar, provocando que los dragones se acerquen con interés. Los pocos humanos que hay en el poblado miran aterrados la escena y varios de ellos avisan sobre el ataque de los dragones.
- ¡¡Nos atacan!! ¡¡CORRED!!
Ante esto, cunde el pánico entre los pocos supervivientes y corren desesperadamente por sus vidas. Los dragones atacan a los humanos y los devoran por el simple placer de hacerlo.
Por otro lado, en el lugar del impacto, los dragones miran con intriga a una chica de cabellos castaños y ondulado, largo, que le cubría todo su cuerpo desnudo lleno de heridas. La chica los mira con sus ojos carmesí con toques dorados y se puede ver en su espalda unas afiladas alas y unas extrañas marcas rojas recorriendo su cuerpo moreno. La chica está en alerta pero parece no poder moverse con total libertad. Mientras tanto, los demás dragones luchaban contra los humanos, que se revelaban llevando así la situación a peor.
- ¡¡Disparen!! - tras recibir esa orden, los cañones comienzan a sonar.
Mientras que todo eso pasaba, el chico joven parece interesarse por todos los dragones que hay y se acerca. La chica, por su parte, trata de levantarse y los dragones rugen al ver que tiene marcas por el cuerpo, más en concreto, cara, vientre, piernas, brazos y un poco en la parte del pecho. Los dragones hablan por telepatía entre ellos, dirigiéndose a la extraña chica.
- ¿Cómo es posible...? ¿...que un Dragon Slayer caiga del cielo y siga como si nada?
- ¿Qué eres....? – se pregunta el segundo dragón mirando con intriga la escena. La chica no responde, se limita a observar pero no parece tener gran fuerza a simple vista.
- Matémosla - añade un tercer dragón.
En ese instante, los dragones terminan por arrasar el pueblo entero acompañando los gritos de la gente al fuego que los arrasaba. El chico observa la escena y se dispone a hablar.
- Oye, si queréis matar, yo tengo una plaga de cucarachas en casa... - dice a modo irónico.
La chica se mantiene de pie temblando un poco y en ese momento, los dragones se lanzan a ella para atacarla.
- ¡¿No me habéis oído, infelices?! – dice en voz alta el chico, quien parece poseer un tipo de magia de tonalidad azul, que, con forma de esfera, hace caer sobre los dragones. Esto causa que la chica no sea atacada por los dragones. El chico se mira las manos por un momento, con una expresión preocupante en su cara, como si no se esperara que tal poder surgiera de él mismo. La chica se gira para observarlo posando sus ojos carmesí en él como si hubiera llamado por completo su atención. A los dragones parece no gustarles la situación.
- Oye, oye, aquí tenemos a un gallito... - dice el primero de ellos mientras van directos a él para matarlo. El chico pasa por completo de los dragones y sin pensarlo dos veces los ataca asestándoles puñetazos que no eran típicos de un humano. Los dragones retroceden debido a la potencia de los golpes.
- ¿Pe-Pero qué...? - sorprendido, no parece controlar su poder o sus propias acciones.
Por su parte, la chica se acerca despacio a él sin apartar su mirada asesina del chico.
- ¿Qué hace un humano con un poder tan grande como lo es el poder de un dragón?... -pregunta con normalidad sin que su voz se quebrara a pesar de las escenas que estaba viendo.
- Re-Realmente... no lo sé... - dice sin poder dar explicación - Yo sólo...
Antes de poder decir nada, el chico cae inconsciente.
- Huh... - pasado un rato, la chica lo hace despertar tocando sus mejillas varias veces. Aún estaban en el pueblo, pero en las afueras. Ella está vestida con una capa roja que consiguió por ahí, un pantalón negro y una camisa de tirantes corta en el torso. - Oye.... despiértate.... – al ver que no responde, decide llamarlo por todos los nombres que se le pasan por la cabeza - ¡Chico...! ¡Humano...! ¡Mestizo! – el chico parece despertar por fin, la chica lo mira normal.
- ¿Eh? Ah, eres esa chica... ¿Qué ha pasado?
- Te desmayaste. Como no controles tu poder acabarás muerto... ya me puse al día con todo el tema... Esta forma es difícil de manejar... – agrega la chica, lo que hace que el chico la mire un poco extrañado. La chica le lanza carne de dragón.
- ¿Esperas realmente que coma esto? - responde el chico mirando el pedazo.
- ¿Qué hay de malo? ¿Prefieres carne humana?
- Lo siento, pero... - al misterioso chico le rugen las tripas, parece que usar demasiada magia le abre bastante el apetito. Sin pensarlo dos veces, empieza a comer. La chica lo mira atónita. Después, vuelve a su seriedad.
- ¿Cuál es tu nombre?
- ¿Mi nombre?
- Sí, tu nombre.
- Nunca he necesitado de uno... - responde mientras se gira, como si no le importara el asunto.
- Entiendo... - se dice la chica mientras se pone en frente del muchacho - Me has salvado antes, así que te debo una... - mira el cuerpo del chico, tenía marcas parecidas a las de ella, pero estas eran azules y en el brazo derecho tenía un fino brazalete dorado. Llevaba una capa negra con un colgante de colmillos rojos, pantalones negros, descalzo, al igual que la chica - Je.... conozco el nombre perfecto para ti... Acnologia.
- ¿De dónde sale ese nombre? - pregunta curioso el recién nombrado.
- Ya lo descubrirás cuando seas más poderoso. Entenderás el por qué de ese nombre.
- Ya veo... No deja de ser un nombre, así que... gracias. -responde Acnologia, evitándole la mirada. Se notaba a la legua una actitud tímida que intentaba ocultar.
La chica se levanta esbozando una pequeña sonrisa posando su mirada carmesí en él.
- Bueno... es hora de que me vaya. Espero verte de nuevo, Acnologia-sama.
Tras esto, desaparece al instante.
- ¿Acnologia...? ¿...sama? - se ríe un poco y se levanta - Bueno, hora de volver - dice en tono normal, alejándose del lugar.
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((Nota: "-sama" es el sufijo se aplica a rey, a algún tipo de autoridad o alguien a quien se le tenga gran cantidad de respeto y/o admiración))
