CAPÍTULO 8: "¡DRAGÓN A LA VISTA!"

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Carmesí esquivaba los ataques y con rabia hacia estallar las naves con sus potentes ataques. Dichas naves, que la perseguían, no la dejarían escapar tan fácilmente. La chica las miró sádicamente, inspiraba gran terror con esa mirada. Por otro lado, Bel era cargada cual saco por Jose, quién miraba las naves.

- ¿Ahora naves? – dijo medio riendo su propia gracia. Mientras, Carmesí no dudó en destruir todas las naves que la perseguían de cerca con un solo rugido suyo. Jose quedó atónito y Bel le miró señalando lo que acaba de ocurrir.

- Jose, ¿puedes enseñarme a lanzar rugidos destructores?

- ¡Evidentemente no! – miró a las naves - No solo son naves, son del continente NEO... tiene mala pinta si van tras Carmesí... - dijo en tono preocupado. 

Por otro lado, Carmesí pronunció unas palabras para sí misma, pero que Bel logró escuchar:

- Odio a los humanos... No confíes en humanos... ni en dragones... La relación entre dragones y humanos... no debe existir - lo decía con tanta rabia que provocó una tempestad a su alrededor que hizo que empezara a llover con fuerza.

- ¿Sólo yo oigo eso? – dijo Bel. Ambos entraron a palacio, tuvieron suerte de llegar a tiempo.

- ¿Qué ha sido eso? - preguntó Bel por el extraño suceso de la lluvia. En ese momento, Irene apareció con la mirada seria.

- No le agrada la relación entre dragones y humanos, ¿eh...? - miró a Bel - Estás empapada, ve a secarte.

- ¡Pensé que en nuestra época no había naves! - dijo Bel.

-Solo Neo las tiene, no sabemos cómo - explicó Irene.

- Entiendo... - en ese momento, la escolta femenina de Irene se acercó a ellas.

-¡Irene-sama! ¡Partiremos mañana a Verteron! ¡De ahí salían las naves! - ante ese dato, Irene se sorprendió.

- ¡¡¿De Verteron?!! Qué raro.

- Además, podremos saber más sobre Carmesí ahora que la perseguían.

Mientras que en el palacio el viaje a Verteron era planeado, por otra parte, Acnologia no sabía qué estaba pasando.

- ¡¿Puede decirme alguien qué pasa?! ¿Qué está pasando aquí...? - miró al cielo, como el resto de personas en la ciudad. No notó que su piel se cubrió con más escamas y en su cara ya eran visibles. De repente, empezó a sentir un gran ardor por todo su cuerpo que le causaba dolor. Se agarró a la primera pared que vio mientras que los humanos empezaron a hablar.

- ¡Es Carmesí! ¡¡¡¡¡Ha destruido las naves del COTINENTE NEO!!!!! -dijo la gente.

- Qué horror... ojalá esa maldita se muriera - dijo un humano en tono ofensivo.

- ¡¡¡¡Todos los dragones!!!! - ante tales comentarios, la gente empezó a alborotarse y Acnologia optó por esconderse. Era obvio que lo matarían al verlo en su estado actual. 

Una vez fuera de la ciudad, el dolor no parecía ceder, era cada vez más y más intenso. Su cuerpo seguía cubriéndose de escamas. A pesar de su estado, pudo ver las cenizas de las naves destruidas, algo que pareció alegrarle hasta que unas dolorosas punzadas en el pecho empezaron a hacer que el chico perdiera la razón.

- ¿Qué demonios...? Duele... - dijo aguantando las ganas de gritar desgarradamente. 

Su cuerpo empezó a cambiar, más bien a romperse. La sangre corría por la tierra como si de pequeños ríos se trataran. En ese momento, lo único en lo que Acnologia podía pensar eran en las palabras que Carmesí le dijo; "Debes prepararte física y mentalmente" . Como si Acnologia pensara que iba a morir en ese momento, dedicó unas últimas palabras:

Los últimos dragones del ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora