No es por tu forma de pensar ni la manera que vez la felicidad. No es por algo físico o especial por lo que mi manera de verte me hace pensar que estoy loco por algo irreal. No quiero parecer un idiota, no quiero que pienses que es una obsesión.
Puedes escuchar mil y un cosas de mi pero nunca te dirán lo que en verdad por mi cabeza pasa. Es ahí cuando el miedo me atrapa, ese miedo que me impide el poder decirte un simple cumplido, ese miedo que deseo arrancarme pero ya es parte de mi. Sí, quizá no puedo eliminarlo pero puedo llevarlo y aparentar ser fuerte a tu lado.
No quiero ilusionarme, no quiero ser un idiota, no quiero ser débil, no quiero callarme... pero es ahí, en ese mismo momento donde el silencio me consume y no me deja decir lo que siento por ti.