Sí, comprendo que no tienes los ojos más bonitos o seductores, que quizá al mirarte por primera vez no sea lo primero que busque, o está bien, que te repitas la misma oración maldiciendo a la vida porque no tienes los mejores ojos.
Déjame decirte que no es así. Tus ojos no son comunes a los demás. Tus ojos son una prisión de una primera vez donde apenas los notes no te podrás resistir a ignorarlos. Esos ojos que te muestran miles y centenares de vidas, planetas, dolores, felicidad y miedos. Esa mirada llena de ternura, dulzura, picardía y hasta de deseo oculto detrás de ese iris color café. Esos ojos, tus ojos que no puedo simplemente dejar pasar desapercibido y me muestran un lugar tan cálido, agradable y lleno de vida pero que no siempre han estado así, han pasado tormentas, desastres y ¡hasta inundaciones! Todas estas causadas por un amor pasado, alguna pérdida importante o una película donde DiCaprio muere (¿raro no?). Ese lugar que es mi celda. Mi celda donde todo es paz. Mi paz está detrás de esos ojos. Detrás, del color de tus ojos.