El arte de amarte está en la parte de pensarte cada tarde constante y pendiente de entenderte con cada parte de mi mente. Saber complacerte, y así tenerte consciente de cuan he de adorarte de lunes a viernes como un demente el cual en los fines se siente impaciente por un día verte. Creerte y soñarte es tan importante, le causa a mi vida un calor impactante.
Observar proyectarte como obra de arte me vuelve paciente a la hora de esperarte, por eso en las tardes le hablo emocionante al cielo y las estrellas para así alumbrarte sabiendo hablarte.