Disclaimer; Los personajes no me pertenecen, estos le pertenecen a HIDEKAZ HIMARUYA y a la comunidad de LATIN HETALIA.
Gracias ;3
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La lluvia hacia que las calles parecieran lagunas. Un cielo gris y dos niños tristes y aburridos mirando por la ventana como su padre casi partia a su hogar.
—¿Qué hacemos? —. Pregunto sur con una cara triste. — No quiero que se vaya....
No eran tontos. Sabían que España se marcharía ese día, a esas tales horas del día.
Norte lo miro algo triste y se acerco a él. — Anda, ve con él.
Sur dio un brinco y sonrió —Gracias, gracias ¡GRACIAS! —. Dijo gritando más que feliz, mientras salia de aquel cuarto.
Su padre casi partía, Sur se aproximo mucho más llegando hacia la puerta; cansado y respirando con fuerza. Al voltear aquella carroza ya se encontraba saliendo de aquella gran casa, corrió entre toda la lluvia hasta llegar al final de aquella casa, sus mejillas estaban rojas, lloraba, lloraba por su padre; no quería que se fuera — ¡PAPÁ! ¡PAPÁ!—. Grito con fuerza.
Dentro de la carroza, Antonio miraba aburrido un mapa del atlántico, estaba cansado y partir a estas horas de la mañana y dejar a sus pequeños, por ordenes del rey, lo abrumaba. Estaba escuchando gritos, gritos que no podía distinguir al 100%, en ese instante escucho un grito agudo, 'Papá, papá'. Dejo el mapa rapidamente y pidió al chofer que parara. Él chofer hizo caso. Un español ahora con un toque de preocupación sale de la carroza, siendo sorprendido por, más ni menos que, La Nueva España.
—¡Nueva España! ¿Que hacéis aquí? —. Corrió hacia él. Nueva España también corría en dirección a él, cuando llegaron a su punto mas cercano de encuentro, España se arrodilló y lo abrazo con mucha fuerza. —Te resfiaras, amor —. Se quito su chaqueta y se la puso a su pequeña colonia. Lo cargo y junto su frente con la del pequeño. —No volváis a hacer esto, te resfriaras—. España dijo sonriendo.
Él pequeño no paraba de llorar. Lo abrazo, no se quería separar de él.
—No te vayas, ¡No, no! —. Nueva España no paraba de llorar, y esa lluvia hacia que sus lágrimas se intensificaran. España dijo 'Al diablo con los reyes' y se dirigió a casa. Dirigiéndose hacia su despacho junto a Nueva España.
Sento en un gran sillón a su adorado hijo y se puso frente a él, mientras estaba de rodillas. — Sabes que aún así me vaya, nunca estarás solo, yo siempre estaré contigo, en todo momento—. Le sonríe. — No puede ser físicamente, pero mi alma siempre estará junto a ti, Nueva España —. Tomo las mejillas del pequeño y deposito un tierno beso —¿Sabes que te amo verdad? —. Sur lo miro a los ojos. Su padre siempre le dio algo que no tenia 'Confianza'.
Sur solo asintió. España con sus manos empezó a quitar las lágrimas del pequeño y depositar besos por toda su cara. No más tarde le hizo cosquillas.
—jajajaja , basta papá, jajajajaja. — Reían los dos, disfrutando los minutos que les quedaban.
Norte solo estaba en su cuarto estudiando.
Con España y la Nueva España, seguían divirtiéndose. Comentando cosas triviales y reír uno al otro. Hasta que llego el momento.
—Me tengo que ir bebé....— Dijo él español formando una pequeña y triste sonrisa.
—Papá....—Nueva España volvió a su faceta triste. España se hacerlo a él y le dio un ultimo beso, ahora en su frente. — ¿Escribeme, sí?, yo también lo haré. Esperare sus cartas. Nunca olviden que los amo —. Acaricio las cabellos despeinados del niño y salio de su despacho. Dejando a Nueva España nuevamente con una cara triste.
Nueva España salio del despacho y se dirigió hacia su cuarto, para otra vez, poder apreciar la partida de su padre. — ¡Achu! —. Estornudo mientras se limpia su nariz. —Creo que me enfermare...
Con norte, paso de estudiar a dedicarle una carta a su padre, no se cuando se la mandaría, tal vez nunca.....Solo, eran sentimientos escritos, tal vez ni valga nada para su padre, tal vez las tire o rompa...