CAPÍTULO 2

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Kuroko sabía que era Kagami el que hablaba, estaba totalmente seguro.

―¿Kagami?

―Furihata... Te había dicho que hoy estaba ocupado ― la voz de Akashi de hizo presente, sonaba más aguda de lo normal.

―¿Akashi donde estás? ― preguntó Furihata dando vueltas en la habitación, no veía nada, sólo quería encontrar a su novio y salir de ese sótano tan tenebroso. No hubo respuesta, sólo escuchabas unas respiraciones forzadas.

Un movimiento de cadenas se volvió a hacer presente.

―¿Aominecchi?

―Iros de aquí ― la voz de Aomine se notaba oscura.

―Pero...

―¡FUERA! ― ésta vez, el grito era de los tres chicos, seguido con un fuerte rugido.

El rubio y el castaño subieron las escaleras a la casa sin dudarlo, pero el peliceleste se había quedado estático en ese lugar.

Dio unos pasos en ciego, no podía ver nada, pero no le importaba. Su pié chocó contra algo duro, se agachó agarrando el frío metal, por su forma se dió cuenta de que era una cadena, y se notaba bastante resistente.

Siguió la cadena hasta que tocó algo caliente.

―Kuroko... ― era Kagami, lo sabía.

Recorrió todo su cuerpo con sus manos, pero... Ese no era el cuerpo que tanto conocía, no... Tenía algo diferente, era más peludo.

No pudo seguir ya que unas manos lo empujaron, Kuroko calló al duro suelo con un gemido.

―¡Kuroko! ¡KUROKO! ― las voces de sus amigos sonaban desde arriba.

―¡Estoy aquí! ¡Subo ahora!

―Kurokocchi corre, ¡estoy asustado! ― la voz de Kise sonaba aterrorizada. Dando una mirada en ciega al mismo lugar donde sabía que se encontraba su novio, subió por las escaleras hasta llegar a la casa ― ¡Kurokocchi! ― el rubio lo abrazó fuertemente con lágrimas en los ojos ― Por favor, dime que puedo quedarme contigo a dormir, tengo demasiado miedo para dormir sólo.

―Claro Kise-kun, Furihata-kun, puedes venir también si quieres.

―No, gracias... Creo que me quedaré aquí esperando a Akashi.

―Como quieras... ― Kise y Kuroko se despidieron del castaño y se fueron al casa del peliceleste, el rubio insistía que tenía que ver una película para dormir, a si que aceptó mientras encendía la televisión y dejaba cualquier programa, la serie 'Teen Wolf' estaba emitiéndose, ambos se quedaron mirándola hasta que quedaron dormidos.

A la mañana siguiente el peliceleste no sacó el tema y el rubio se fue hacia su casa.

A las pocas horas el timbre sonó, abrió la puerta y se encontró con el pelirrojo.

―Buenos días ― dijo mientras entraba con una bolsa en la mano y le besaba.

―Buenos días.

―¿Que tal ayer con Kise?

―Bien... ¿Que pasó ayer en casa de Akashi? ― preguntó tranquilo el peliceleste, Kagami le miró con una sonrisa.

―Cogimos un buen pedo.

Kuroko recordó las cadenas, la piel llena de pelo de su novio...

―¿Y que hacíais en el sótano?

―¿Cómo sabes que estuvimos en el sótano? ¿Viniste? Mima, seguro que estaba tan pedo que no me di cuenta de que estabas, pues Aomine me dijo que estaba mejorando mucho y que me ganaría en cualquier momento... ― Kagami empezó a relatarle un montón de cosas, el peliceleste perdió la atención, ¿sería todo parte de su imaginación lo ocurrido de ayer?

No lo sabía, no estaba seguro de nada.

--KISE--

Aomine y Kise estaban en una cafetería desayunando juntos tal y como el peliazul le había prometido que harían.

―¿Sabes? ― empezó a hablar el rubio ― Tuve este loco sueño que con Kurokocchi y Furihatacchi habíamos ido a casa de Akashicchi y estábais en el sótano, y gruñíais como los hombres-lobo de la serie de 'Teen Wolf' ― Aomine empezó a reir, tanto que Kise tuvo que darle unos golpes en la espalda para que no se atragantara ― Aominecchi, ¿estás bien?

―Sí...  Es que... ― seguía riendo mientras se sequaba una lágrima ― Es un sueño demasiado raro.

―Sí... Supongo que fue culpa de ver esa serie con Kurokocchi antes de irnos a dormir.

―Estoy seguro ― Aomine volvió a reír ― Hombres-lobo dice ― rió aún más fuerte.

Kise estaba confundido, ¿sería todo parte de su imaginación como Aomine le estaba diciendo? Entonces... ¿Que pasó para que estuviera tan asustado que tuvo que pedirle a Kuroko para dormir en su casa?

--FURIHATA--

El castaño se despertó y vio la cabellera roja despeinada que tanto le gustaba ver por las mañanas.

―Buenos días ― dijo en un susurro contra el cuello del chico. Éste se dió la vuelta, sonriéndole dulcemente y dejando un suave beso en sus labios.

―Buenos días ― Furihata le sonrió, pero le empezaron a llegar recuerdos de la noche anterior ― ¿Estás bien? ― preguntó el pelirrojo al ver el ceño fruncido de su novio.

―Juraría que ayer estabáis Aomine, Kagami y tú en el sótano, que nos habíais gritado y... Kise estaba muy asustado...

―¿En el sótano? Eso es imposible, ayer estuve contigo, ¿no ves que estoy aquí?

―Sí...

―Seguramente has tenido ese tipo de pesadillas que parecen muy reales, no te preocupes ― le dijo Akashi mientras abrazaba su cuerpo y dejaba suaves besos en su coronilla ― Yo te protegeré de lo que sea.

Furihata aún estaba confundido, pero dejó esos pensamientos abrazándose más fuerte al cuerpo de su novio y disfrutando del momento.

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Doble capítulo por especial de comienzo de intento de historia

Cada luna llena [KnB] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora