CAPÍTULO 7
―Sí, hombres-lobo, y yo soy un vampiro ― dice Kise riéndose, Aomine rueda los ojos y Kagami se cruza de brazos frunciendo su ceño.
―Sí, somos hombres-lobo ― habla Aomine.
―Vamos, ésto no es más que puro maquillaje ― Kise se acerca a la cara de Kagami, tirando de una de sus arrugas ― Maquillaje... Del bueno... Y parece natural... ― Kise tira con más fuerza.
―¡Oe! ― le tira tanto que el pelirrojo se queja, Kise se da cuenta de que no es producto del maquillaje, si no que la piel se estira.
―¡Joder! ― se aleja de un salto de los dos chicos y se aleja de ellos, notablemente asustado ― ¡¿QUE COJONES?!
―¿En serio? ― se queja Kagami.
―¡Eres un hombre-lobo! ¡¡Sois unos malditos hombres-lobo!! ― Kise gritaba mientras los señalaba, su brazo estaba temblando.
―Kise, tranquilo, deja que te lo expliquemos... ― Aomine le intentó tranquilizar.
―¡¿Que esté tranquilo?! Hace unos días pienso que mi novio me está engañando con la pareja de mi mejor amigo, y ahora me entero que era mentira y que es... ¡es un maldito hombre-lobo! ¡Y no sólo él! ¡Si no que también Kagami y Akashi!
―No somos los únicos hombres-lobo que conocéis ― dice el pelirrojo.
―¿Quienes más? ― pregunta Kuroko con su típica cara neutra, no parecía nada aterrorizado como lo estaba su amigo el rubio, no parecía asustado, ni siquiera un mínimo, estaba tranquilo, como si fuera algo normal para él.
―Estamos nosotros y Akashi como ya sabéis, pero también lo son Midorima y Takao.
―Pero... ¿Cómo pasó? ― pregunta Kise algo más tranquilo, pero aún en la otra esquina de la cabaña, aún no se atrevía a acercarse a los otros chicos.
―Pues... Nacimos así, los hombres-lobo existieron desde hace cientos de años, pero se fueron extinguiendo por culpa de que la población temía de ellos, sobre todo por su descontrol en las lunas llenas cuando aún no tenían controladas sus transformaciones, por lo que arrasaban con todo el pueblo y... Llegaban incluso a matar a algunos de los campesinos. Por lo que se le dieron caza. Algunos quedaron, y ocultaron lo que eran, confiaron en muy pocas personas. Poco a poco fue aumentando la cifra de hombres-lobo, no todos los hijos nacen con ésta característica, hay un cierto porcentaje, no se sabe su número exacto, ya que tiene que ver con cada persona ― empezó explicando Aomine.
―Sí, el porcentaje de ser hombre-lobo obviamente aumenta cuando dos personas con ésta característica procrean, pero aún así, pueden seguir teniendo hijos totalmente humanos ― siguió Kagami ― Aún así, aunque los tiempos habían cambiado y las historias de hombres-lobo ya eran simples leyendas y cuentos que contaban sus padres a sus hijos para aterrorizarlos antes de dormir, porque ya me dirás porqué le contarías a un niño pequeño que un hombre se transforma en un hombre-lobo y empieza a arrasar con todo un pueblo y matar otras personas...
―Kagami-kun, al punto― el peliceleste cortó al pelirrojo, ya que se estaba yendo de la historia.
―Oh, sí... Perdona. Pues eso, que los hombres-lobo empezaron a estar asustados, entonces se encerraban en fuertes sótanos con fuertes cadenas, para poder encerrarse en sus transformaciones involuntarias en luna llena cuando aún no estaban controladas, y evitar así hacer daño a los demás. Hay algunos casos que alguno escapó y hizo daños, pero todos fueron tapados por los hombres-lobos infiltrados en la policía, manifestando que eran ataques de lobos o osos salvajes desviados del bosque.
―Hoy en día los hombres-lobo son una simple leyenda― continúa el peliazul― Nosotros, tenemos un buen olfato, y podemos distinguir el olor de un humano con otro de nuestra raza a bastantes metros, por lo que podemos distinguirnos sin decir ninguna palabra. Todos nos conocemos. Es verdad que la población hombre-lobo cada vez es más pequeña, pero somos algunos.
―Y gracias a nuestros antepasados, que nos dejaron libros para que aprendamos lo que conviene ser un hombre-lobo y cómo poder controlarnos para no transformarnos involuntariamente en las lunas llenas, y otras cosas varias, sabemos que el día que cumplimos 18 años es cuando somos realmente hombres-lobo, y tenemos que empezar a cuidarnos.
―Y como sabréis, Kagami y yo somos los menores entre los demás, por lo que, al cumplir recientemente 18, aún no hemos controlado nuestras transformaciones. Por lo que tenemos esta cabaña con un sótano para poder encerrarnos cuando llega el día, y incluso disponemos de habitaciones para vivir aquí en el caso de una de las transformaciones salga mal. Y... Eso es todo, creo... ― termina de narrar el peliazul.
―Pero... ¿Que hacía Akashi-kun con vosotros ese día? ¿Y que alguna transformación salga mal? ¿A qué te refieres con eso? ― pregunta Kuroko confundido, el pelirrojo tenía ya 19 años, como Takao y Midorima. Y según la información que le habían dado los dos chicos, ya lo tenían controlado.
―Akashi sólo nos estaba controlado, la última vez que nos encerramos en la cabaña yo escapé―cuenta Aomine― Con suerte no me encontré con nadie y los chicos fueron capaces de capturarme de vuelta al sótano. Soy el único de la manada que está teniendo graves problemas con sus transformaciones.
―Hay hipotéticos casos que el hombre-lobo puede transformarse y una vez que el día llegue no vuelva a su forma natural. Puede durar entre un día y una semana, pero si pasa de una semana, el hombre-lobo se convierte en un lobo real y volverá a su forma humana. Entonces una vez que pasa la luna llena contactamos con los demás, si alguno no contesta, vamos a buscarle y ayudamos a que se calme ― explica el pelirrojo.
Hubo un largo silencio en la cabaña. Nadie sabía que decir, solo se miraban entre ellos esperando que alguno dijera algo. Kise tenía los ojos muy abiertos, estaba sentado en el suelo, con sus rodillas rodeadas entre sus brazos, había escuchado atentamente toda la historia en esa posición, y se podía ver que todavía le costaba algo procesar toda la información que le habían soltado. Por el otro lado, la cara de Kuroko era la de siempre, su mirada neutra, no parecía sorprendido para nada. En cambio, Kagami y Aomine se miraban entre ellos y luego a los otros chicos incómodos. Fue el peliceleste quien habló.
―Entonces... La noche en la que estábais en casa de Akashi-kun... Cuando te encontré, estabas con ésta forma...
Kagami simplemente asiente con la cabeza con la mirada triste, pareciendo culpable porque lo hubiera encontrado con su verdadera forma.
―Esto es... una locura... ― habló finalmente el rubio con la mirada perdida.
―Ahora que sabéis esto, no podéis contárselo a nadie, ni a vuestros padres ― advierte el peliazul, Kise y Kuroko asienten con la mirada firme.
Estos dos chicos nada más habían encontrado las primeras raíces de ese enorme árbol.
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Hoooooli! Nuevo capítulo aquí! Sinceramente, no pensaba que esta historia tendría el apoyo que tiene ahora mismo, miles de gracias por los votos y los comentarios! De verdad que alegráis mi día y me dais ánimo para seguir con esta historia
Espero que os guste!
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Cada luna llena [KnB] (PAUSADA)
WerewolfAños después del último partido contra Jabberwock, Kagami vuelve de América con el propósito de hacer equipo con la llamada Generación de los Milagros y algunos compañeros de éstes. Kuroko y Kise notan un comportamiento extraño en algunos compañeros...