٠ ِ٘ ٓ 〯۫⃟💖᭄ᬽ 𝐂𝐀𝐌𝐁𝐈𝐎𝐒 𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀𝐍̃𝐎𝐒 𓍯《sᴛᴇᴠɪᴅᴏᴛ》⠠᰷⸱↷ ༅

Lo que él siente

La gema de cabello triangular seguía pensando, mucho más de la cuenta.

Ese niño, ese que no era totalmente humano, había sido una clase de milagro que apareciera en su vida.

Capaz de poder transmitirle un cariño tan sincero, tan puro, uno sin intenciones maliciosas.

Él le sonrió verdaderamente, le brindó miradas amables, le contaba uno que otro chiste, le daba regalos, le enseñaba muchas cosas acerca de la Tierra, ya sea sobre las llamadas "Mariquitas", las personas, la música, de todo de lo que luego podría sentirse orgullosa.

Él comenzó con solo querer su amistad, y llegó a ser una gran amistad.

Amistad... ¿En realidad eran amigos, mejores amigos?

No, había un sentimiento mucho más fuerte, capaz de revolucionar tu mente brillante.

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El híbrido también pensaba detalladamente.

Y por detalladamente... Era el pensar en alguien.

Ah no, no más rollos.

En Peridot, solo en ella.

Como empezar...

Desde que la vió ese día reparando uno de los portales, algo le impulsó a querer hablarle, quizá fue su curiosidad o solo quería conocerla y ser su amigo.

Pero no pudo hacer mucho, solo emocionarse por escuchar su nombre, je, hasta el nombre le pareció interesante en un principio.

Luego, en el fondo de la Guardería, verla de cerca fue incluso más emocionante que el primer día. Su forma de hablar le agradaba, o sus ojos, si, más cosas que le gustaban de la mayor.

Gustar...

De un momento a otro pasó hasta cuando ella pidió su ayuda para reparar un portal para irse, sin embargo no lo consiguió. Ver el miedo en sus ojos le causó una extraña sensación, como el querer protegerla, muy a pesar de que se suponía que eran enemigos.

No quería ver esa mueca de miedo en el rostro ajeno, tan solo quería verla sonreír.

Y cuando la liberó de la burbuja,  cuando la vió en su nueva forma sin partes robóticas le pareció tan tierna, tal y como había dicho sin pudor, una "enojada rebanada de pie".

Pero a partir de ese día, no solo se fijó en su apariencia, se fijaba en su personalidad.

Distante, con miedo y rencor, la pequeña gema se volvió alguien de su interés.

Mostrándole cosas nuevas, alejándola de lo que le parecía peligroso.

Conociendo sus cualidades y defectos.

Regalándole su afecto, ya fuera por medio de abrazos, miradas gentiles, sonrisas inocentes, guiños cómplices, toques suaves.

Dándole la oportunidad de querer en verdad.

Curándola de su vida pasada, en la que solo servía a una autoridad, no vivía por ella misma, ahora con su amor la traía a un hogar, a una familia, donde la apreciaban, donde no importaba si cometía errores, si mostraba lo malo o peor de ella, porque con la unión podían superarlos juntos.

Si, cada minuto, cada segundo la quería más y más.

Era como si su risa le arreglara el día en segundos.

Era como si su mirada le irradiara una felicidad incomparable.

Era como si sus bromas le llenaran de alegría absoluta.